DIEGO SEBASTIÁN ROJO |
Psicología y Mente | 27/07/2022
Un repaso a las características
de la ansiedad de desempeño en las relaciones con otras personas.
Los contextos sociales en los que nos comunicamos con personas que no
conocemos bien nos aportan tanto aprendizajes que necesitamos para afrontar en
nuestro día a día como nuevas oportunidades y la posibilidad de establecer
colaboraciones y alianzas esenciales para nuestra calidad de vida. Está en
nuestra naturaleza interactuar regularmente con todo tipo de personas, dado que
ello es necesario para vivir en sociedad sin experimentar problemas.
Sin embargo, algunas personas experimentan sentimientos de ansiedad o
estrés ante la mera idea de tener que interactuar socialmente con una persona o
grupo de personas, sea en el contexto que sea. Y esto no solo produce malestar;
también lleva a estos individuos a involucrarse en patrones de comportamiento
dañinos para uno mismo, de auto-sabotaje.
La ansiedad de desempeño es uno de los fenómenos más habituales en
aquellas personas que en estas interacciones sociales como un reto
significativo para el cual hay que prepararse mentalmente con tal de alcanzar
una serie de metas en cada conversación, en cada intercambio de gestos o
presentación ante desconocidos. Aquí veremos en qué consisten los problemas derivados de la
ansiedad de desempeño aplicada a las situaciones sociales.
¿Qué es la ansiedad de desempeño ante interacciones sociales?
La ansiedad social de desempeño, por sí misma, es la dinámica de ansiedad
anticipatoria ante la idea de tener que realizar una tarea compleja que pone a
prueba nuestras habilidades y probablemente las excede. Dicho de otro modo, es
lo que sentimos cuando, de manera automática e inconsciente, generamos y reforzamos en nosotros mismos la
idea de que no seremos capaces de alcanzar una meta que nos hemos propuesto.
Por otro lado, cuando hablamos específicamente de la ansiedad de desempeño ante interacciones sociales, nos referimos al conjunto de reacciones ansiosas que experimenta una persona ante la previsión de tener que interactuar con otras personas a corto o medio plazo, viendo estos intercambios comunicativos (verbales o no verbales) como un trabajo muy difícil o poco razonable en el cual hay que alcanzar varias metas demasiado ambiciosas para las habilidades sociales de las que se dispone.
Estas interacciones sociales pueden ser de cualquier tipo y generan un
sentimiento de malestar intenso en la persona que presenta dificultades para
relacionarse, ya que suele anticipar todo tipo de escenarios desagradables y
negativos. Y por ello, aparece el fenómeno de la profecía autocumplida: la
previsión de que fracasaremos al comunicarnos con alguien nos pone en una
situación de vulnerabilidad que nos lastra y aumenta las posibilidades de que
esa experiencia sea poco fluida y llena de baches.
Algunos de los escenarios que pueden generar casos de ansiedad de
desempeño suelen ser entrevistas
de trabajo, conversaciones con un vecino para pedirle un objeto, quedadas con
personas que hemos conocido en Internet, reuniones familiares o
el hecho de conocer a los padres de nuestra pareja.
En cualquiera de los casos, la persona siempre experimentará sensaciones
de ansiedad antes de que tenga lugar la interacción con otras personas y esta
reacción psicofisiológica va habitualmente unida a un fenómeno conocido como la
profecía autocumplida.
¿Qué es la profecía autocumplida?
La profecía autocumplida consiste en anticipar acontecimientos negativos o
hechos catastróficos sin que estos hayan ocurrido aún y sin que exista ningún
indicio objetivo para considerar que vayan a suceder.
Las personas que presentan ansiedad de desempeño ante interacciones
sociales suelen poner en práctica un modelo de pensamiento basado en la
profecía autocumplida, es decir, el miedo a sentir ansiedad ante cualquier
interacción social, acaba generando esa misma ansiedad excesiva una vez llegado
el momento de interaccionar.
Por ejemplo, ante la celebración de una reunión familiar, una persona puede empezar a sentirse ansiosa
días antes de que esta ocurra y sentirá más ansiedad
cuanto más cercana sea la fecha de la celebración.
Además de eso, al poco tiempo de reunirse con sus familiares empezará a imaginar escenarios negativos en los que se verá a sí mismo pasándolo mal durante la reunión e imaginará también todo tipo de pensamientos negativos que pueden tener sus familiares sobre él mismo.
La profecía autocumplida consiste en que todas estas fantasías y
escenarios desagradables que la persona imagina, acaban cumpliéndose, y su miedo por sufrir ansiedad acaba volviéndose
realidad.
Síntomas de la ansiedad de desempeño ante interacciones sociales
Son muchas las características propias de la ansiedad de desempeño
desencadenada por situaciones sociales, y sus síntomas también son variados y
dependen de cada persona; no obstante, existen algunos rasgos comunes a la
mayoría de personas que presentan esta alteración.
1.
Síntomas cognitivos
Los síntomas psicológicos que presentan la mayoría de personas que tiene
esta alteración son estados de ansiedad intensa que puede ir variando en
función del estímulo al que se enfrentan. Se basan en predicciones
catastrofistas de lo que ocurrirá al comunicarnos con alguien, algo que hace
complicado centrarse en esa experiencia desde una mentalidad constructiva y
orientada a las metas reales que nos llevan a interactuar socialmente.
Parte de los temores que presentan las personas con ansiedad de desempeño
social es el miedo a ser juzgados o
ridiculizados, el miedo a que otros puedan pensar mal de uno
mismo o el miedo a que otros noten la propia ansiedad.
Además de una ansiedad más o menos constante, también es común presentar
altos niveles de miedo, agitación o vergüenza ante la posibilidad de participar
en cualquier situación en la que es necesario interactuar con otras personas.
2.
Síntomas conductuales
Algunos de los síntomas conductuales más habituales son la progresiva
evitación de todo tipo de interacciones sociales, lo que acaba propiciando que la persona vea dañados
todo tipo de vínculos sociales relevantes.
Otro de los síntomas conductuales habituales pueden ser quedarse callado
ante situaciones sociales, o beber alcohol para desinhibirse o para perder el
miedo y la vergüenza, o directamente perder más tiempo del habitual para
postergar o evitar esas interacciones sociales (por ejemplo, dando rodeos al
volver del trabajo).
3.
Síntomas físicos
Los síntomas físicos suelen ser los temblores, la sudoración excesiva, la ruborización o la voz
temblorosa.
Todos estos síntomas físicos también pueden ocasionar que la persona se
sienta cada vez más ansiosa, menos segura de sí misma y más atenta a si
transmite ansiedad.
4.
Sobreanalizarse después
de una interacción
Otra de las
características principales que pueden indicar un caso de ansiedad social es el
hecho de sobreanalizarse a uno mismo después de una interacción social determinada,
con intención de identificar todo tipo de fallos propios.
Este hábito acaba convirtiéndose en sistemático después de participar en cualquier escenario
social y el hecho de pensar constantemente en los propios errores y en qué
hemos podido fallar acaba minando la salud mental de la persona.
La importancia de acudir a psicoterapia
La terapia psicológica es el contexto más eficaz en el que aprender a gestionar la ansiedad.
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