JOSÉ
PADILLA | La Mente es Maravillosa |
26/03/2023
La epilepsia es una
enfermedad que afecta a la actividad eléctrica del cerebro. Si quieres saber
más sobre esta patología en adolescentes, te invitamos a continuar la lectura.
La adolescencia es una etapa del desarrollo
muy vinculada a la epilepsia, ya sea porque en ella desaparecen algunos
síntomas epilépticos o porque hacen su aparición otros. Se estima que la prevalencia de la epilepsia en adolescentes es
de 3.2-5.5 / 1000 (Tirado, 2018).
Con
independencia de los factores que determinan el inicio o desaparición de los
síndromes epilépticos en la juventud, la presencia de este cuadro clínico exige
atención profesional. Lo requiere en todos los casos, pero quizás especialmente
en estos, ya que se desarrolla en una fase vulnerable, tanto en lo físico como
lo emocional.
La epilepsia en
adolescentes
La epilepsia es una alteración
del sistema nervioso central en la cual la actividad eléctrica del cerebro se
perturba, provocando convulsiones o comportamientos y sensaciones inusuales. Su
manifestación es heterogénea y depende de características particulares.
Durante las crisis epilépticas, hay quienes quedan con la mirada
fija por segundos, mientras que otros experimentan convulsiones causadas por
descargas eléctricas excesivas en las
neuronas. Debido a que la epilepsia es producto de una dinámica
anormal en la corteza cerebral, dichas crisis podrían afectar cualquier función
orgánica o psicológica que esté a cargo de la actividad del cerebro.
La epilepsia afecta al adolescente el plano psicológico y social. Las interacciones con los
compañeros, las decisiones educativas y profesionales, la capacidad de
conducción y la vida reproductiva son algunos aspectos perjudicados. En
una investigación, se encontró que los
adolescentes con epilepsia muestran niveles significativamente más altos de
depresión, síntomas obsesivos, anhedonia y ansiedad social, en comparación con
los que no padecen dicha enfermedad.
También
se halló que, entre los jóvenes con epilepsia, la alta frecuencia de convulsiones está ligada
con baja
autoestima, y las
convulsiones tónico-clónicas son vinculadas con niveles más altos de depresión. Finalmente, este análisis determinó que los bajos niveles de
conocimiento sobre epilepsia se corresponden con índices más altos de depresión, más bajos de autoestima y más
elevados de ansiedad social.
Síntomas
Entre los síntomas y signos de la
epilepsia en la etapa adolescente mencionamos los siguientes:
·
Rigidez
muscular.
·
Confusión
temporal.
·
Episodios
de ausencia.
·
Perdida
del conocimiento o consciencia.
·
Movimientos
paroxísticos de las extremidades.
·
Síntomas
psicológicos como miedo o ansiedad a vivir un episodio.
Estos varían de acuerdo con la clase de epilepsia y de las
convulsiones que se tengan. Por lo general,
los adolescentes con esta patología experimentan el mismo tipo de convulsiones
en cada episodio, así que los síntomas serán similares en todas las ocasiones.
Clasificación clínica de la
epilepsia
Según el origen de la descarga
eléctrica, las crisis de epilepsia se dividen en focales y generalizadas.
Focales
Aquellos episodios en los que la
actividad eléctrica anormal está circunscrita a una región específica del
cerebro. Se manifiestan de los modos que listamos enseguida.
·
Crisis
parciales complejas:
son perturbaciones en el nivel de consciencia. En ella, son frecuentes los automatismos
o actos estereotipados.
·
Crisis
parciales simples: se
desarrollan sin alteraciones en la consciencia. Pueden ser motoras, sensitivas,
fisiológicas, psíquicas (despersonalización, miedo).
·
Crisis
parciales secundariamente generalizadas: son generalizadas, se originan a partir de las dos
crisis previas y se extienden sobre los dos hemisferios del cerebro.
Generalizadas
Se trata de episodios epilépticos
que no tienen un comienzo localizable y transcurren con alteraciones de la
conciencia desde su comienzo. Se distribuyen en los tipos que ahora veremos:
·
Crisis
atónicas: perdida del tono
muscular postural con caída.
·
Ausencias
típicas: episodios breves
y repentinos de pérdida de conciencia.
·
Crisis
tónicas: contracción
breve de los miembros superiores. Causan rigidez.
·
Crisis
clónicas: son movimientos
musculares espasmódicos, repetitivos, asimétricos e irregulares.
·
Ausencias
atípicas: son iguales a
las anteriores, solo que en estas la afectación de la conciencia es menor.
·
Crisis
mioclónicas: sacudidas
musculares bruscas, recurrentes y breves. No hay perdida del conocimiento.
Suelen afectar a los brazos y las piernas
·
Crisis
tónico-clónicas:
inician con pérdida de la conciencia, luego transcurre con contracciones
musculares en todo el cuerpo. Posteriormente, ocurre la fase clónica o de
movimientos convulsivos, finalizando con un periodo de confusión de duración
variable.
Tipos de epilepsia
en adolescentes
La adolescencia es un periodo de
la vida que engloba distintas edades en las que suelen iniciarse algunos tipos
de epilepsia, entre las que destacan las que revisaremos a continuación.
Epilepsia mioclónica juvenil
Cursan
con convulsiones bruscas en las
extremidades del cuerpo: brazos y piernas. Se caracterizan por
mioclonías y, con menor frecuencia, crisis tónico-clónicas generalizadas y
ausencias. Las crisis suelen presentarse en el momento de despertarse o a los
pocos minutos.
Epilepsia de ausencia juvenil
Es
del tipo generalizada idiopática, distinguida por una crisis de ausencia que puede acompañarse de
mioclonías y crisis tónico-clónicas generalizadas. Igualmente,
ocurren breves alteraciones de la conciencia junto con descargas generalizadas
de punta onda a 3 o más Hz en el electroencefalograma.
Epilepsia con crisis tónico-clónicas generalizadas
Esta
clase de epilepsia en adolescentes comienza
con pérdida de la conciencia y contracciones musculares. Posteriormente,
transcurre a una fase de movimientos convulsivos, finalizando con un lapso de
confusión de duración variable. En las crisis tónico-clónicas generalizadas, el
paciente puede emitir sonidos guturales y tener una respiración irregular.
Epilepsia focal benigna de la adolescencia
Es
un tipo de epilepsia poco frecuente y se inicia entre los 10 y los 20 años. Se
caracteriza por crisis focales motoras o somatosensitivas. Su duración tiende a
ser breve. Suelen estar asociadas con antecedentes familiares de epilepsia.
¿Cómo tratar la
epilepsia en adolescentes?
El
tratamiento de adolescentes diagnosticados con epilepsia suele basarse en
anticonvulsivos, que son los encargados, tal como su nombre lo sugiere, de
prevenir las convulsiones. Algunos de estos medicamentos son:
·
Fenitoína.
·
Lamotrigina.
·
Oxcarbazepina.
·
Carbamazepina.
·
Ácido
valproico.
La
función del fármaco anticonvulsivo no intervenir sobre las causas directas de
las convulsiones, sino aplacar o prevenir su manifestación. Es decir, estas
drogas lo que hacen es atacar
el síntoma, mas no el problema de base que los origina. Tales
medicamentos pueden tener efectos secundarios como los siguientes:
·
Mareos.
·
Vómitos.
·
Náuseas.
·
Sarpullidos.
·
Visión
doble.
·
Somnolencia.
·
Daño
hepático.
·
Dolores
de cabeza.
·
Pérdida
de la coordinación.
Para el tratamiento de estos
efectos, es recomendable consultar al médico que lleva el diagnóstico. Cuando
las medicinas no dan el resultado esperado, la cirugía es una opción. Los
médicos recurren a ésta cuando los exámenes y pruebas neurológicas indican que:
·
Las
descargas eléctricas que causan las convulsiones están focalizadas en una parte
específica del cerebro.
·
La
región del cerebro que será sometida a la intervención quirúrgica no interfiere
con las funciones vitales, como el lenguaje, la motricidad, la visión y la
audición, por ejemplo.
La ablación láser estereotáctica guiada es un tratamiento eficaz y
viable cuando la cirugía tiene riesgos muy altos. En este procedimiento, los
médicos destruyen con tecnología láser el tejido donde se producen las
convulsiones.
Alternativas adicionales para la
epilepsia en adolescentes
Otros
tratamientos posibles para la epilepsia en adolescentes son: la estimulación
del nervio vago, la dieta cetogénica, la estimulación cerebral
profunda y la neuroestimulación receptiva.
Para
terminar, es conveniente que el
adolescente pueda recibir atención psicológica, de manera
que, entre otras cosas, comprenda que esas crisis son una parte pequeña de su
vida y que no tienen que limitarlo a una existencia plena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario