El cerebro infantil aprende a una velocidad increíble, pero también va
eliminando los conocimientos que ya no necesita. ¡Descubre este fascinante
proceso!
Desde que el niño nace
y hasta la adolescencia su cerebro está en continua evolución. En
esa etapa se generan muchas sinapsis neuronales como resultado de los
aprendizajes que va adquiriendo, a la vez que se entrena la plasticidad
neuronal, que no es más que la capacidad del cerebro para reorganizarse
y formar nuevas conexiones neurales con el objetivo de adaptarse al
entorno.
En estos años también
tiene lugar un proceso muy importante en el cerebro infantil que
permite reorganizar la estructura sináptica y optimizar el procesamiento
de la información: la poda sináptica o poda regulatoria.
¿Qué es la poda sináptica?
Durante los primeros años
de vida, en el cerebro infantil se crean nuevas
sinapsis a una velocidad sorprendente que puede alcanzar hasta las
40.000 conexiones neurales por segundo. Esto le permite al niño conocer su
entorno y adquirir nuevos
conocimientos a una gran velocidad, el problema es que con el paso del
tiempo muchos de esos aprendizajes dejan de ser útiles. De esta
manera, en el cerebro infantil se mantienen muchas sinapsis que no son
funcionalmente necesarias y que en lugar de facilitar el procesamiento de la
información, lo ralentizan.
Para evitar que esto
ocurra y garantizar un procesamiento eficiente de la información tiene
lugar la poda sináptica, que no es más que el proceso mediante el cual se
eliminan las conexiones más débiles entre las neuronas que se crearon durante
los primeros años de vida. Básicamente, se trata de un proceso regulador que
garantiza una organización sináptica más eficiente, eliminando las
estructuras sinápticas innecesarias del cerebro para aumentar la superficie de
recepción de los neurotransmisores.
¿En qué etapa se produce la poda sináptica?
Por lo general, el período de poda comienza alrededor del
segundo año de vida y se extiende hasta avanzada la adolescencia. La poda
en las zonas de la corteza involucradas con la percepción visual y auditiva
suele completarse alrededor del 4 y 6 año de vida mientras que la poda de las
funciones superiores como el control inhibitorio y la autorregulación emocional
continúa hasta los primeros años de la juventud.
Hasta ese momento, la poda regulatoria puede haber
reducido entre un 30 o 40% el número de sinapsis en el cerebro, lo que
significa que el niño habrá perdido algunas de las habilidades o conocimientos
que aprendió en algún momento de la infancia y que dejó de utilizar. En su
lugar se habrán creado nuevas conexiones correspondientes a
las nuevas habilidades que va desarrollando.
Beneficios de la poda
sináptica para el cerebro infantil
La poda sináptica es tan importante para el
desarrollo cerebral como la creación de nuevas conexiones ya que de esta
manera se eliminan del cerebro las sinapsis que no se utilizan, se refuerzan
las estructuras neuronales más importantes y se da paso a la creación de nuevas
conexiones. Sin embargo, más allá de su importancia anatómica, la poda
sináptica también beneficia el desarrollo cognitivo, emocional y
conductual de los niños.
·
Mejora el procesamiento de la información. La poda sináptica contribuye a
optimizar el funcionamiento de la estructura neuronal ya que al eliminar
conexiones inútiles, favorece la consolidación de una red cerebral mucho más
eficiente que permite que se creen nuevas sinapsis con mayor facilidad.
·
Contribuye a la adaptación del entorno. Durante la poda cerebral desaparecen las sinapsis que el
niño ya no utiliza para dejar paso a la creación de nuevas conexiones que le
permitan adaptarse con más facilidad a su nuevo entorno, como reveló un estudio realizado en la Escuela de
Medicina Harvard.
· Estimula la madurez de las funciones cognitivas. Los expertos consideran la poda sináptica como un proceso madurativo en el que se consolidan las conexiones cerebrales y las funciones cognitivas más importantes en los niños. En especial, la poda de la sustancia gris, sobre todo en las áreas de la corteza cerebral, se ha relacionado con un mayor desarrollo de funciones como la memoria, el control atencional y la concentración.
La poda sináptica se ha
relacionado con la creciente y rápida adquisición de habilidades y
conocimientos que tiene lugar hasta avanzada la adolescencia.
Cómo ayudar al cerebro de tu hijo a que se organice mejor
La poda sináptica está
fuertemente influenciada por factores ambientales y del desarrollo infantil. Básicamente, aquellas
funciones que el niño necesita para desenvolverse en su entorno serán las que
se conserven mientras que las habilidades que ya no le sean útiles o
haya dejado de ejercitar serán las que desaparezcan. Por eso, es importante
poner en práctica algunas estrategias para estimular el proceso de poda
sináptica y reforzar las habilidades que se quieren preservar.
·
Estimula el aprendizaje infantil desde una edad temprana. Crear un entorno desarrollador, en el
que el niño aprenda constantemente, es una estrategia muy útil para impulsar la
maduración cerebral y potenciar la poda sináptica. A su vez, es
fundamental estimular la curiosidad infantil, la cual no solo motivará al pequeño a
descubrir nuevas habilidades y conocimientos, sino que también contribuirá a
crear nuevas conexiones sinápticas más sólidas y duraderas.
·
Entrena las habilidades infantiles que quieres conservar. La poda sináptica no se puede
controlar, pero sí guiar. Por tanto, si te enfocas en entrenar las habilidades
infantiles que quieres que tu hijo conserve, esas conexiones sinápticas se
fortalecerán y prevalecerán por encima de las más débiles. En este sentido,
puedes recurrir a juegos o actividades educativas para estimular esas
habilidades o incluso, ir un paso más allá e inscribir al niño en cursos que
trabajen dichas capacidades, como por ejemplo, las clases de idiomas si quieres
que aprenda una lengua particular.
·
Potencia la interacción del niño con su entorno. No hay mejor estrategia para
estimular la poda sináptica que estimular la interacción del niño con otras
personas y su entorno. La interacción social es un recurso excelente para que
el pequeño desarrolle nuevas habilidades y adapte sus capacidades a las
exigencias del entorno. De esta manera, su cerebro estará obligado a reforzar
aquellas conexiones que le son útiles, pero en cambio se deshará de las que no
le son necesarias con el fin de optimizar el procesamiento de la información.
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