LAURA MARTÍN SANJUAN | as.com | 15/12/2024
Desde pequeños, los
niños captan las palabras que los rodean, y las frases positivas y de apoyo
ayudan a construir una autoestima saludable.
Los niños aprenden a gestionar sus emociones
observando cómo lo hacen sus padres. Si los padres manejan el estrés y las
emociones de manera saludable, los hijos aprenden a hacer lo mismo. Si la
respuesta de los padres es gritos y mal humor, es lo que aprenderán.
Los padres son los
primeros y más influyentes modelos a seguir para sus hijos. Las acciones
diarias de los padres, incluso las más pequeñas, son observadas y replicadas
por los niños. La manera de cocinar, de poner las manos, de comer incluso, de
hablar con los demás.
Las 10 frases para
empoderar a los hijos
A la hora de educar, cómo nos
comunicamos, cómo hablamos es clave. Por eso hay 10 frases que puedan ayudar
a nuestros hijos en la gestión de sus emociones, de sus problemas, de sus
enfados y alegrías también.
1.
¿Qué
le dirías a un amigo tuyo que tuviera el mismo problema?
2.
Tiene
sentido sentirse así.
3.
Está
bien sentirse molesto, pero no lo hagas.
4.
Resolvámoslo
juntos.
5.
Espero
que estés orgulloso de ti mismo por trabajar tan duro.
6.
¿Qué
puedes aprender de lo sucedido?
7.
Necesitas
resolver el problema o gestionar cómo te sientes acerca del problema.
8.
Centrémonos
en aquello por lo que estamos agradecidos hoy.
9.
La
verdad no siempre es lo que queremos y tenemos que aprender a vivirla.
10. Mañana todo será mejor.
El comportamiento de los padres tiene un impacto
profundo y duradero en la vida de los hijos. Las lecciones aprendidas a través del
ejemplo pueden influir en las decisiones y comportamientos de los hijos a lo
largo de su vida.
Desde pequeños, los niños
captan las palabras que los rodean. Las frases positivas y de apoyo ayudan a
construir una autoestima saludable. Este vínculo es crucial para el desarrollo
emocional del niño .
Las palabras bonitas actúan como hilos invisibles que fortalecen el vínculo entre padres e hijos. Las frases alentadoras pueden ser semillas de inspiración que motivan a los hijos a alcanzar sus metas y superar desafíos. Lo que decimos influye en cómo se ven a sí mismos.
Las palabras positivas ayudan a construir una autoimagen
positiva y segura. A través de nuestras palabras, transmitimos valores
y enseñanzas que guían a nuestros hijos en su comportamiento y decisiones.
Puede que no sean siempre las más correctas, o acertadas para todos, pero hay
que sembrar para poder tomar decisiones, acertadas o no, dependerá de cada uno.
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