GONZALO GARCÍA CRESPO | infobae.com | 01/12/2024
Aprender a convivir
en la soledad es positivo, pero aislarse por completo tiene consecuencias
dañinas para la salud mental
Los japoneses cada
vez están menos interesados en tener pareja y la natalidad se está desplomando
en el país, ante la alarma del Gobierno, que toma medidas —sin éxito— para
frenar la tendencia. Pero no se trata sólo de una cuestión sexual o
amorosa: el desinterés alcanza
también a los amigos.
Hasta hace poco, esto no
era así. De hecho, un reportaje de la BBC contaba en 2020 que los japoneses “se
avergonzaban de que les vieran solos en público, a la hora de la comida. Tanto
es así que a veces optaban por comer en el baño, para no ser vistos”. Pero con
el tiempo se fue consolidando el orgullo a la soledad, hasta el
punto de que —como a todas las tendencias actuales— se le puso un nombre
resultón: el movimiento “ohitorisama”, que significa “fiesta de uno”.
Ahora, muchos bares hoteles y hasta karaokes se han adaptado para recibir a clientes
que llegan solos y que no tienen
intención de juntarse con nadie más.
La moda no es sólo
japonesa. Según la encuesta American Perspectives Survey de 2021, casi la mitad
de los adultos en Estados Unidos dijo tener tres o menos amigos
cercanos. Entre los más jóvenes, el 27% admitió no tener amigos cercanos,
mientras que el 22% dijo no tener ninguno en absoluto. Estas cifras son menores
en generaciones mayores, como la Generación X (16%) y los baby boomers (9%).
Otra encuesta realizada por la Associated Press encontró que el 18% de los
participantes tenía una red de apoyo muy limitada, con solo una
persona o menos fuera de su hogar a la que podrían acudir en caso de necesidad.
Estos datos reflejan que, aunque la falta de amigos puede sentirse como un
problema individual, es en realidad una
experiencia común
Pero, ¿qué pasa si tienes
amigos, pero de repente no quieres pasar tiempo con ellos? ¿O si no
tienes amigos porque lo prefieres así? Por un lado, puedes apoyarte en frases
vacías de autoayuda, del estilo “La soledad no es ausencia de compañía, es
presencia de uno mismo” o “Abrazar la soledad es el primer paso hacia el
autoconocimiento”. Por otro, puedes consultar a un psicólogo, como la doctora
Kendra Cherry, que en el medio especializado Very Well Mind opina
sobre el tema: “Si bien la amistad puede tener beneficios, podrías sentir que
no necesitas amigos. El efecto que esto tiene en tu vida y salud depende en
gran medida de cómo te sientas al respecto. Si estás aislado y anhelas
conexiones sociales, es probable que la soledad tenga un impacto negativo en tu
bienestar”, escribe. Y añade: “Todos necesitan algún tipo de contacto social y
personas a las que puedan recurrir en busca de apoyo. Esto puede provenir de tu
pareja o de miembros de tu familia, lo que podría hacer que sientas menos
necesidad de buscar amistades. Esto suele ser suficiente, pero es importante
que revises periódicamente tus necesidades para evaluar si es necesario
reconsiderarlas”.
La soledad, una pandemia
silenciosa que genera monstruos: "Es un factor de riesgo enorme para la
depresión"
Motivos por los que algunos prefieren
no tener amigos
Según esta especialista,
hay varias razones —bastante obvias— por las que algunas personas prefieren no
tener amigos. La primera es la preferencia por la soledad que tienen, por
ejemplo, los introvertidos, que suelen necesitar períodos de
aislamiento para recargar energías después de interactuar con otros. Este rasgo
no implica una falta de interés en las relaciones, sino una inclinación natural
hacia el tiempo en solitario. Además, la soledad puede ser una fuente
de creatividad, permitiendo a las personas enfocarse en sus proyectos
personales o en el desarrollo de nuevas ideas.
Otro motivo es el miedo
a ser herido o decepcionado. Las relaciones de amistad suelen implicar un
intercambio emocional y expectativas mutuas, lo cual puede generar ansiedad en
quienes temen no estar a la altura o ser traicionados. Las experiencias
negativas del pasado, como el fin abrupto de una amistad cercana, pueden dar
lugar a problemas de confianza, haciendo que estas personas eviten abrirse
emocionalmente a otros. En tercer lugar, para algunas personas, la red
familiar es suficiente núcleo de apoyo y no sienten la necesidad de
ampliarlo. Finalmente, la falta de tiempo por otras responsabilidades,
en un mundo en el que el trabajo o los estudios consumen mucha energía,
contribuye a la falta de amistades en la rutina diaria.
Sin embargo, tener amigos
no solo es una fuente de compañía, sino que también beneficia la salud mental.
Según los psicólogos, las amistades proporcionan apoyo emocional,
validan nuestras emociones y nos ayudan a manejar el estrés. Muchos estudios
han demostrado que quienes cuentan con una red de apoyo social sólida tienen
menos probabilidades de desarrollar ansiedad o depresión.
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