Un estudio de investigadores españoles analiza 437 autopsias de
consumidores habituales.
El consumo
reciente de cocaína cuadruplica el riesgo de muerte súbita cardíaca. Así lo
reflejan investigadores españoles en la revista Addiction a partir
de la información obtenida de 437 autopsias correspondientes a todos los
fallecidos por muerte repentina en Vizcaya entre enero de 2003 y diciembre de
2009.
Los efectos del
consumo de cocaína en el sistema cardiovascular son conocidos, ya sea el
aumento de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial o la contractilidad
del ventrículo izquierdo. También se relaciona con la aparición de trombosis y
arritmias. “Ya sabíamos que es un factor de riesgo de las enfermedades cardíacas,
pero desconocíamos cómo se traduce en incremento de probabilidad de muerte”,
explica Javier Meana, de la Universidad del País Vasco y coautor del
trabajo. En ello se
centra el estudio, en el que también ha participado el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud
Mental (Cibersam)
del Instituto de Salud Carlos III y el Instituto Vasco de Medicina Legal.
Los
investigadores seleccionaron de entre todos los fallecidos por muerte súbita a
un segmento de población relativamente joven (entre 19 y 49 años) para evitar
que la influencia de los problemas cardiovasculares, más frecuentes en personas
mayores, pudieran enmascarar el resultado del estudio. También se introdujeron
variables para evitar otros sesgos que pudieran empañar las conclusiones como
el consumo de otras drogas u otros factores de riesgo: obesidad, hipertensión,
diabetes o tabaquismo. El trabajo se centra en consumidores habituales —dos o
tres veces a la semana—, lo que comprobaron mediante la detección de la
sustancia en orina e incluso con datos del historial clínico. La medición de
las cantidades en los fallecidos también sirvió para descartar casos como
intoxicaciones por sobredosis.
A
la información obtenida (de 311 consumidores fallecidos por muerte súbita cardíaca
y 126 por otros tipos de muerte súbita) aplicaron tres modelos estadísticos de
regresión lógica. Observaron que el consumo de cocaína cuadruplica el riesgo de
muerte súbita cardíaca y que en los hombres es un 1,6 superior al de las
mujeres.
El problema de
estos pacientes es que son asintomáticos hasta que su corazón se para, y
entonces ya es tarde para tomar medidas. Como nunca han tenido manifestaciones
clínicas, no suelen acudir a los servicios de cardiología para revisar su
salud. Aunque si lo hicieran, tampoco es fácil detectar alteraciones con pruebas
convencionales. De ahí los esfuerzos que se están desarrollando, por ejemplo,
mediante métodos de diagnóstico por imagen de alta tecnología, para identificar
las alteraciones cardiacas iniciales que asoman y que conductas como el consumo
de cocaína pueden acelerar fatalmente. Un trabajo del
mes pasado, en el que también participó el Cibersam, detectó con
el empleo de resonancia magnética por imagen, lesiones cardiacas en el 71% de
adictos con aparente buen estado de salud.
España está,
junto con el Reino Unido y Francia, en cabeza del consumo de cocaína en la UE,
según el informe del Observatorio
Europeo de las Drogas correspondiente a 2013, aunque
la tendencia en toda Europa es a la baja desde los registros máximos alcanzados
en 2008.
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