Gorka Jiménez Pajares | La Mente es Maravillosa | 27/03/2023
La terapia breve estratégica está atrayendo la atención de multitud de expertos. Se presenta como una alternativa barata, eficaz y eficiente de tratamiento, en contraposición con las intervenciones tradicionales. Conozcamos cuáles son sus fundamentos.
La adaptación de la terapia breve estratégica (TBE) por parte del
psicólogo italiano Giorgio Nardone es un modelo que pretende responder a las necesidades del
paciente/cliente/consultante en un tiempo muy corto. Para ello,
el terapeuta renuncia a explorar la historia del asistente, dedicando la
atención al presente y a lo que sucede en él.
En la TBE se utilizan técnicas específicas para crear un cambio rápido en
el pensamiento y el comportamiento; son estrategias como las que veremos a
continuación.
·
La paradoja: se utiliza para desafiar la lógica del problema y cambiar la forma en
que el paciente lo percibe. Por ejemplo, instar al paciente a que intente hacer
lo contrario de lo que ha estado haciendo para resolver su problema.
·
El reencuadre de los problemas: consiste en cambiar la percepción del problema para que se
vea de una manera diferente. Pretende cambiar la perspectiva del paciente,
haciéndole ver el conflicto de una manera más positiva o menos amenazante.
·
La sorpresa: empleada para interrumpir los patrones de pensamiento y comportamiento
del paciente y fomentar la flexibilidad. Persigue crear una situación
inesperada o sorprendente que le haga ver que hay otras formas de pensar o
actuar frente al problema.
·
La desviación de la atención del problema: desvía la atención del paciente de la
descripción del problema y la enfoca en la búsqueda de soluciones. Se le anima
a hablar de las excepciones a su conflicto, es decir, los momentos en que el
problema no ocurre o es menos intenso.
·
La prescripción del síntoma: sugiere al paciente que intencionalmente realice o exagere el
comportamiento o síntoma que le causa problemas. Esta técnica le haría darse
cuenta de que tiene el control sobre su comportamiento y puede ayudar a reducir
la ansiedad asociada al síntoma.
La TBE nos invita a realizar reflexiones como las siguientes: «¿qué es ‘la
realidad’?», «¿cuántas ‘realidades’ existen?». Si tenemos en cuenta que el ser
humano es un organismo que «construye su propia realidad», esta tendrá
tendencia a ser subjetiva, única y particular de cada persona. Con
tal premisa nace precisamente el modelo de Nardone, que señala que «la realidad
objetiva» es una quimera (Bartoli et al., 2023).
«La solución no es el final del problema, sino el inicio de algo nuevo». – Giorgio Nardone-
Diferente a otros métodos de tratamiento, la TBE no se enfoca en el origen
del problema sino en el impacto de este en el presente.
Terapia
Breve Estratégica, ¿en qué consiste esta técnica de Giorgio Nardone?
La terapia surge gracias a los desarrollos del
famoso Mental Research Institute (Palo Alto, California),
la cuna de la psicoterapia sistémica. Hablamos de un enfoque centrado en la
solución en el momento presente, pero sin dejar de atender los orígenes de la
persona.
Mediante el uso de diversas estrategias, el profesional busca romper el
círculo vicioso en que se encuentra el paciente. A menudo, las
personas solucionan los problemas con métodos similares. Y, en consecuencia,
fracasan.
El objetivo se concentra en
promover soluciones alternativas que puedan modificar lo que Giorgio Nardone
denomina «sistema perceptivo reactivo», que explicaremos más
adelante. Esto se consigue mediante prescripciones, mensajes metafóricos,
técnicas hipnóticas y conversaciones estratégicas (Bartoli et al.,
2023)
«La fuerza de la terapia breve estratégica no reside en los
problemas, sino en las soluciones».-G. Nardone
La construcción de soluciones para mitigar
los problemas
Tras la afirmación de que «cada sujeto cimenta
su propia realidad», también podemos deducir que, cuando surgen problemas, la
persona es capaz de construir «sus propias cárceles». Así, según Giorgio
Nardone, lo importante es buscar multitud de soluciones para problemas
particulares. O sea, ampliar el abanico de posibles respuestas.
El sujeto, con su problema (es decir, sus síntomas de ansiedad, de
depresión o de la entidad clínica que tenga), ha tratado de solucionarlo de diversas
formas. Sin embargo, todas ellas resultan infructuosas. En terapia, se busca
proporcionar una óptica diferente que permita «romper el círculo vicioso» de
los intentos de solución ineficaces ejecutados por el paciente (Bartoli et al., 2023).
Para ello, tras identificar el problema que trae la persona a consulta, se
estudia cómo este «funciona en el día a día de la persona». Es decir, esta técnica fija su atención
en el impacto que tiene dicho problema en la vida diaria del paciente.
El enfoque se centra en aquellos elementos que mantienen el problema, que
pueden coincidir con las causas originales o ser otras muy distintas.
Al centrarnos en la resolución de la entidad clínica, en vez de en su
origen, el tiempo dedicado al tratamiento disminuye exponencialmente. Para Giorgio Nardone, de poco
le sirve al paciente que el terapeuta se centre en las «características
clínicas objetivas» del trastorno. El terapeuta, desde
este enfoque, prefiere centrarse el «problema a partir de su solución»
(Bartoli et al., 2023).
Con este fin, usa las conversaciones
estratégicas y de la reestructuración cognitiva. Se sirve de preguntas
estratégicas (por ejemplo, «¿los pensamientos que irrumpen en tu mente son
siempre iguales o distintos?»), así como de prescripciones (por ejemplo, «por
la noche, mírate en un espejo y pregúntate: ¿quiero dejar de sentirme así o
prefiero seguir experimentando ira?»)
«El problema no es ‘el problema’, sino cómo reaccionamos
ante él».- Giogio Nardone-
Estrategias
para el cambio
Mientras que los terapeutas tradicionales asumen la creencia de que
«poseen un conocimiento científico y objetivo» que enseñar y aplicar al
paciente, para esta terapia el paciente es el «único experto en sí
mismo». Esto sucede porque quien acude a consulta es el
constructor de su propia vida y esta, por tanto, es irrepetible.
De hecho, este proceso de construcción también gravita en torno al
encuentro entre terapeuta y paciente. Porque el terapeuta, al conocer más a la
persona con la que está tratando, también está «construyendo» conocimientos
sobre el paciente. Entonces, como consecuencia de la «co-construcción» de la
realidad del problema, entre paciente y terapeuta surgen soluciones que antes se
encontraban ocultas, vías que no se consideraban como una
alternativa.
Para Nardone, el conocimiento que se tiene sobre el paciente es solo «una
aproximación a la realidad». Por ello, el trabajo terapéutico se
enfoca en los aspectos prácticos, en vez de teóricos. O sea, se
focaliza en la solución del problema, tras observar cómo funciona y pensar,
junto con el paciente, cómo podría funcionar mejor. El objetivo es proporcionar
bienestar al paciente con eficacia (Nardone, 2010).
«El cambio es posible cuando se tienen metas claras y se actúa de forma estratégica».-G.Nardone-
Entre el paciente y el terapeuta se plantean soluciones que antes no
figuraban como alternativas.
El
sistema perceptivo reactivo
Al carecer de una teoría que explique por qué surgen las entidades
clínicas, se hace uso del «sistema perceptivo reactivo», una forma de
categorizar el problema. Consiste en categorizar los síntomas con base en sus posibles
soluciones, en vez de sus orígenes.
El diagnóstico que se realiza es operativo. Responde a preguntas como
«¿por qué presenta este problema?», «¿cómo funciona?», «¿qué lo mantiene
activo?», «¿qué soluciones se han aplicado?», «¿alguna solución fue eficaz?».
Es decir, lo describe en términos de «función y solución».
De esta manera, el sistema perceptivo reactivo es una forma de entender el
problema del paciente desde la reacción que este presenta hacia sí mismo, los
sujetos con los que interacciona de forma cotidiana y las creencias que alberga
sobre el «mundo», en términos generales (Watzlawick, 2012). De esta
manera, el terapeuta busca potenciar la conciencia del paciente entorno al
«cómo» resolver en el problema, en lugar del «por qué» el problema comenzó a
existir.
«La terapia breve estratégica no busca la verdad, sino
la utilidad». -Giogio Nardone-
La eficacia del modelo de Giorgio
Nardone
Esta terapia, basada en el modelo de este
famoso psicólogo italiano, ha demostrado su eficacia con creces. Los porcentajes de
resolución exitosa varían en función de la entidad clínica tratada
(Nardone et al., 2004, 2017, 2018):
·
En el caso del TOC, la eficiencia asciende al 89 %.
·
Las disfunciones sexuales pueden tratarse de manera positiva hasta en un
91 %.
·
Presenta una eficacia del 95 % en la resolución de fobias y de trastornos
ansiosos.
·
El 83 % de los sujetos con depresión o con TCA se benefician de esta
intervención.
Además, estos porcentajes aluden a intervenciones en las que no utilizan
psicofármacos. En este sentido, podría, incluso, ser más efectiva que la tradicional
TCC para la intervención de las entidades clínicas reseñadas (Bartoli et al., 2023).
Como se ha visto, esta terapia tiene el potencial de paliar el sufrimiento
humano de manera rápida. Se centra en el motivo de la consulta, en otros
términos, el problema, en lugar de en su origen. Y se trabaja con intensidad desde
la primera sesión, para solventarlo con la mayor celeridad posible.
«La terapia breve estratégica evidencia ser una alternativa
a tener en cuenta dada su relevancia a nivel clínico y de salud pública». –
Stefano Bartolí -
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