TANIA
CARBALLO | El Español |
28/03/2024
Consiste en una forma de manipulación y control que sucede
en muchas relaciones pero que, por lo general, no somos conscientes.
El enfado es un sentimiento natural de las personas. No importa lo pacíficos que seamos, siempre hay
momentos que nos hacen sacar partes de nosotros mismos que no reconocemos.
Sobre todo, cuando estamos en pareja. Las diferencias existen y por mucho que
queramos tener un vínculo de cuento de hadas, hay días, instantes o
circunstancias en los que nos decimos a nosotros mismos que estaríamos mejor
solos.
Lo bonito de las relaciones es saber salir de todos
esos momentos. Hablar mutuamente, poner las cosas sobre la mesa y, sobre
todo, aprender a controlar todas esas
emociones que en otro momento de nuestra vida hubiesen
salido sin pensar. Hay personas que evolucionan mucho; sin embargo, hay otras
que llevan toda su vida cosechando una personalidad que tiene mucho que
aprender.
La toxicidad en las parejas es más común de lo que nos
gustaría imaginar y la violencia hace ya varios años que hemos entendido que va más allá de los golpes o gritos. Con
el paso del tiempo, hemos comprendido que cuando una persona no nos escucha,
nos humilla delante de sus amigos, monopoliza la toma de decisiones o nos deja
de hablar, puede terminar siendo igual de dañino.
Por lo general, una de las maneras de violencia
psicológica que más experimentan las parejas es la manipulación, que
puede ser expuesta de diferentes maneras. En ocasiones, se muestra de forma tan
sutil que no nos damos cuenta. Y una de estas sutilezas, que realmente no
tienen nada de lo que su nombre indica, es la ley del hielo.
Todos alguna vez en nuestra vida hemos dejado de
hablar a alguien. De hecho, para muchas personas es la única manera que tienen
de no decir todo lo que les pasa por la cabeza. Sin embargo, es muy fácil
diferenciar cuando alguien lo hace por este motivo, que cuando lo hace con el fin de
manipularnos, conseguir lo que quiere o hacernos sentir
mal. Es una conducta tan perjudicial que, tal y como pasa con otros
comportamientos tóxicos, si la hacen contra nosotros, podemos llegar a imitarla
sin darnos cuenta.
¿Qué es la ley del hielo?
La ley del hielo es la conducta que siguen algunas
personas de optar por el silencio tras una
discusión. Es una acción premeditada, es decir, son perfectamente
conscientes de lo que están haciendo y no paran hasta conseguir lo que ellos
tienen en mente, que puede ser hacernos sentir culpables u obligarnos a pedir
perdón con el fin de que la situación acabe.
Pasar por la ley del hielo es un desafío para
cualquiera, pero es especialmente
difícil para quienes tienen baja autoestima, así como para las
personas que tienen apego ansioso, que pueden llegar a obsesionarse en pensar
qué deben hacer para poner fin al silencio. Al final, es un recurso que genera
mucho sufrimiento a la parte perjudicada del conflicto, mientras que quien lo
ha iniciado sabe perfectamente cuál es la jugada.
Aunque parezca algo mínimo y bastante común en las
relaciones, lo cierto es que forma parte de uno de los escalones de la violencia
psicológica. Esta conducta se
convierte en un abuso cuando se utiliza
para controlar, castigar o manipular a alguien y es muy fácil de
identificar si se realiza habitualmente. Por mucho que la otra persona tienda a
perdonarlo, nunca es una señal positiva para el éxito de una relación.
A pesar de que sea muy habitual, la ley del hielo
pocas veces termina bien. Entre todos los sentimientos de culpa y tristeza que
invaden a la persona que está sufriendo el silencio, también se puede
desarrollar ira, enfado y furia. Estas emociones pueden hacer que endurezcan a
quien está aplicando la ley del hielo, y que se vuelva más rígido aún, por lo
que se convierte en un
círculo vicioso.
Al final, la persona perjudicada termina viviendo una relación completamente condicionada a lo que pueda decir o hacer por miedo a que se repita la conducta. De hecho, puede llegar a perjudicar a la relación, ya que esa parte de transparencia y confianza se pierde por el miedo a expresar lo que verdaderamente siente.
¿Cómo puedo combatir la ley del hielo?
Tal y como pasa con todos los comportamientos tóxicos, lo primero que
debemos de hacer es hablar con nuestra pareja. Al final, la comunicación es la
base de todo y es la que puede determinar si es una situación que va a ser
repetitiva o ha sido un simple acto inconsciente. Si simplemente queremos
cerciorarnos de lo que sucede, estas son las maneras para combatirla.
·
Aceptación con indagación. Si la circunstancia se da hace poco, y realmente piensas que no hay
maldad detrás de sus actos, podemos simplemente enfatizar nuestro interés por
escuchar cómo se siente, para que ceda en cuanto al comportamiento y después,
podamos hablar con tranquilidad. Incluso, puedes optar por preguntar, “sé que
estás molesto, me gustaría saber qué ha sido lo que te ha molestado”.
· Evita culparte. En este punto, sabes que esa reacción habla más de tu pareja que de ti, por lo que evita culparte a ti mismo, responder con ira o suplicar.
·
Determina si se trata de un patrón. Si se trata de un patrón que ocurre muy a menudo,
simplemente podemos ignorarlo; sin embargo, resulta crucial conocer si se
realiza a menudo y con qué intención se realiza. Si quiere controlarte, debes
comportarte de manera que refleje tu autonomía en lugar de responder con exceso
de atención a su reacción.
· "Diagnostica" las formas. En el caso de que la ley del hielo vaya acompañada de otras formas de abuso, como gritos, amenazas, acusaciones o culpas, es posible que debas preguntarte si quieres continuar con esa relación.
·
Evita quedar aislado. Bajo ningún concepto dejes de relacionarte con familiares y amigos,
de hecho, ellos van a ser quienes te ayuden. Contempla la situación con ojos
críticos y no pienses que “lo hace porque se siente así”. Esfuérzate por
permanecer conectado con tus valores fundamentales y los que has aprendido a lo
largo de los años.
·
Busca servicios profesionales. La mejor opción, no importa cuándo o cómo se dé la ley del hielo.
Los profesionales son quienes mejor saben controlar la situación y quienes
mejores consejos te darán.
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