MARÍA FERNÁNDEZ DE CÓRDOVA | telva.com | 05/12/2024
Dice el psiquiatra español Enrique Rojas que existen diferentes maneras
de mirar nuestra propia vida y lo que nos
ocurre. Vienen a ser como la luz que ilumina nuestro entorno y nos permite analizar la realidad.
Según sea su intensidad y, sobre todo, su alcance, podremos beneficiarnos de
ella. Una mirada corta nos centra en el presente y
una mirada larga nos permite ver más allá. Una te
muestra lo inmediato, la otra te da más amplitud. Son como las luces largas en
un coche y tienen mucho que ver con la inteligencia emocional y con la empatía hacia
nosotros y hacia los demás.
Los 3 tipos de mirada y cómo afectan a nuestra felicidad
"Hay varios tipos de mirada. Está
la mirada corta, la mirada larga y
la mirada en perspectiva. La primera, en inglés, se
llama shorter visión, que es el cortoplacismo. Me quedo en lo
que estoy viendo, hoy y ahora. La segunda es la longer
visión, la visión larga, visión más amplia. Y la tercera es la visión panorámica,
la perspectiva, que es la visión del águila, que significa aprender a poner las
luces largas en la vida personal y, en consecuencia, relativizar un problema,
ponerlo en su lugar, desdramatizar. Esta tercera actitud, la
perspectiva, es la sabiduría psicológica".
Las luces largas te permiten relativizar los problemas, explica Enrique
Rojas
Las luces largas son como la mirada del águila.
Nos permiten tener una visión panorámica de nuestra vida y entender,
con inteligencia emocional, las cosas que nos ocurren, aunque sean dolorosas.
Esta mirada nos permite:
- Hacer un juicio equilibradode los que nos ocurre, "a
valorar los hechos de forma templada, serena. utilizar los instrumentos de
la razón de forma equilibrada, proporcionada y tasar y evaluar de manera sana lo
que nos sucede", explica en su libro Comprende
tus emociones.
- "No
convertir un problema en algo mucho más grande. En una palabra, desdramatizar,
relativizar, quitarle importancia... no magnificar".
- "Ser
capaces de otear el horizonte y descubrir detrás de las experiencias
negativas y dolorosas, que siempre existe un ángulo positivo que
nos enseña unas lecciones, sumergidas en un segmento de lo que ocurrió. He
visto derrotas que al cabo de un tiempo relativamente breve se han
convertido en victorias. Desde esa atalaya descubrimos un paisaje
nuevo, que estaba sumergido... Evitar el cortoplacismo, la
mirada corta, inmediata, haciendo otra lectura de lo sucedido, ya que los
fracasos nos ayudan a curarnos de la arrogancia, fortalecen la voluntad y
nos invitan a volver a empezar", explica el psicólogo.
- "No
darnos por vencidos, pelear, luchar, hacerse uno fuerte en
la adversidad. Fortaleza y voluntad. La
primera es firmeza, brío, robustecerse ante las dificultades; la segunda
es la capacidad para ponerse uno objetivos concretos y dejarse la piel en
el campo por conseguirlos... porque si tenemos voluntad, somos enanos a hombros de
gigantes", señala Rojas.
La mirada
empática te permite ver la realidad en modo tridimensional
"La empatía es una de las manifestaciones más
claras de tener una buena inteligencia emocional. La inteligencia, en general, es la
capacidad para captar la realidad en su complejidad y en sus conexiones;
capacidad de síntesis; saber distinguir lo accesorio de los fundamental... La
inteligencia emocional es la facultad para elaborar un pensamiento
tridimensional: altura, anchura y profundidad... corazón,
cabeza y cultura... mirar por debajo de la realidad y las apariencias... Me
atrevería a decirlo de una forma más rotunda y atrevida: los que pierden,
ganan. Reinventarnos de nuevo, volver a empezar. Lo
decía Seneca: "Soporta y resiste con
fortaleza y llegarás a la meta". La empatía es el secreto
escondido en el archivo de los sentimientos. Si lo extraes, ves de otro
modo. Saber amar es saber mirar", explica Enrique Rojas.
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