JOSÉ MARÍA BENLLOCH | PREMIO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN
EN EL ÁREA DE INGENIERÍAS
El científico galardonado dirige el Instituto de Instrumentación para
Imagen Molecular
Está reconocido mundialmente por sus aportaciones en equipos de imagen para
aplicaciones médicas
José María
Benlloch (Valencia, 1962) es un investigador reconocido mundialmente por sus
aportaciones en el campo de los equipos de diagnóstico médico por imagen. Dio
sus primeros pasos en la física más experimental (fue miembro del equipo del Fermi National
Accelerator Laboratory de Chicago que descubrió el
quark top, el gran hallazgo previo al bosón de Higgs) hasta que decidió volver
a Valencia, dejar la física de partículas y buscar el extremo opuesto de la disciplina:
sus aplicaciones prácticas. Benlloch escogió para ello la medicina, y dentro de
este ámbito, el desarrollo de nuevos equipos de diagnóstico por imagen. Dirige
el Instituto de
Instrumentación para Imagen Molecular, un centro mixto de la Universidad
Politécnica de Valencia, el CSIC y el Ciemat.
Sus dos
primeros equipos, relacionados con el cáncer de mama, ya se comercializan. Ahora
trabaja en un dispositivo que permita detectar enfermedades mentales como la
esquizofrenia o la depresión. Ayer
fue galardonado con el Premio Nacional de Investigación por su trayectoria, junto con
otros prestigiosos científicos como Jesús María Prieto, Joan Massagué, Violeta
Demonte y José Luis García.
En año y medio, los prototipos se empezarán a probar en Alemania y Suecia.
La idea es emplearlos también para la detección precoz del alzhéimer.
P. ¿En qué
está trabajando en estos momentos?
R. Estamos
desarrollando un equipo para el diagnóstico de enfermedades mentales como la
esquizofrenia. Para ello, hemos combinado dos tecnologías, tanto la resonancia
magnética funcional como el PET. Ello nos aportará una información riquísima
para entender ciertas enfermedades mentales. La resonancia magnética funcional
nos muestra el flujo sanguíneo, es decir, las zonas cerebrales más activas. Y
el PET nos da información sobre los circuitos cerebrales desde el punto de
vista fisiológico: la activación de neurotransmisores como la dopamina o la
serotonina, que no están en el flujo sanguíneo, sino que se transmiten a través
de las neuronas.
P. ¿Qué
utilidad puede tener este equipo?
R. Con ello
tratamos de cubrir un vacío, ya que no hay pruebas médicas objetivas para
diagnosticar a las personas con enfermedades mentales, más allá del estudio
clínico de un especialista. Se trata de encontrar patrones de imágenes
cerebrales que se asocien con perfiles patológicos que nos ayuden a
diagnosticar de forma más certera estas enfermedades.
P. ¿Cuándo
prevé que esté listo?
R. Este es
un proyecto europeo, liderado por nosotros, en el que participan entidades como
el Instituto Karolinska (Estocolmo) o la Universidad Técnica de Múnich.
Contamos con un presupuesto de cinco millones y medio de euros, y llevamos ya
un año en el desarrollo de los equipos. En año y medio, los prototipos se
empezarán a probar en Alemania y Suecia con enfermos con depresión y
esquizofrenia. La idea es emplearlos también para la detección precoz del alzhéimer.
Para ello estamos buscando otro proyecto europeo.
Nota.- Si se consulta el artículo en "El País", se comprobará que el apartado de preguntas y respuestas es nucho más largo, pero lo he omitido porqué habla de Equipos de Imágenes para Aplicaciones Médicas de dos tipos de cáncer. Sólo he publicado lo referente a salud mental
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