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INFOSALUS | 21/09/2014
La depresión es
uno de los problemas de salud que mayor rango de percepciones distintas tiene
entre la gente. Quienes no han tenido un caso cercano, en ocasiones, lo
perciben como un mal leve, que se puede curar con el tiempo y no demasiado
grave para quien lo padece. Algo, que especialistas como el doctor José Antonio
López Rodríguez, vicepresidente de la Asociación Española de Psiquiatría
Privada (ASEPP) trata de desterrar en un artículo de Infosalus.
La depresión supone que el cerebro trabaja a bajo
rendimiento, como si tuviera una batería a punto de agotarse. Como explica José
Antonio López Rodríguez, este bajo rendimiento cerebral afecta a las áreas del pensar, sentir y la conducta
que se ven alteradas.
En la esfera de los sentimientos aparece la tristeza y la angustia,
en el del pensamiento o cognitivo los problemas de concentración y memoria y en
la conducta la falta de motivación y placer. Así, los síntomas se encuentran en
estos tres ámbitos, en la esfera de los sentimientos aparece la tristeza y la angustia, en el del
pensamiento o cognitivo los problemas de concentración
y memoria y en la conducta la falta
de motivación y placer en las actividades que antes lo proporcionaban
(anhedonia).
Prevalencia y mayor predisposición
El portavoz de la ASEPP señala que los datos oficiales de
prevalencia apuntan a que entre el 8 y el 10% de la población ha sufrido un
episodio de depresión mayor, sin embargo, este porcentaje se elevaría hasta
entre un 15 y un 20% si se incluyen otros trastornos depresivos como la distimia, una depresión leve y crónica,
o los trastornos depresivos somatizados en los que subyace la depresión.
En cuanto a las características de las personas que padecen
el trastorno, López Rodríguez señala que no
hay un perfil específico único y que más bien existen tantos tipos de
depresión como pacientes e incluso apunta que una misma persona puede sufrir
distintas depresiones a lo largo de su vida que difieran entre sí.
Eso sí, el psiquiatra señala que existen personas con una
personalidad que predispone a la depresión, es el caso de aquellas que son muy rígidas, autocríticas, que se preocupan
en exceso en el día a día, autoexigentes, controladoras
y que viven en un estado de tensión continua. Aquellos que muestran una
tendencia pesimista o una visión más negativa de la vida también son proclives
a la depresión. Sin embargo, cualquier persona puede sufrir una depresión con
independencia de su estilo de personalidad.
Posibilidades de recaída.
Aunque López Rodríguez
señala que la depresión se puede y se debe curar para lo cual es clave el
diagnóstico y la adherencia al tratamiento.
En los pacientes existe un 50% de posibilidades de sufrir una recaída pero este
porcentaje puede elevarse si la depresión no se cura como es debido, como
sucede en cualquier tipo de enfermedad física, aclara el especialista.
La tristeza es un síntoma más y su presencia por sí sola no
es suficiente para el diagnóstico. Sobre si existe la depresión coyuntural, López Rodríguez explica que ésta en
realidad se denomina trastorno adaptativo de tipo depresivo y es un cuadro
depresivo leve que tiende a curar por sí mismo. Es el caso del trastorno
depresivo post-vacacional, cuando muere algún ser querido, se pierde el trabajo
o se produce la pérdida de una ilusión.
Según señala el doctor, el síntoma típico de la depresión y
que debe ser una señal de alarma y un motivo para visitar al
médico es la denominada 'anhedonia', un término que hace referencia a la
pérdida de la capacidad para experimentar placer con las actividades que antes
lo proporcionaban. La tristeza es un síntoma más y su presencia por sí sola no
es suficiente para el diagnóstico.
Falsas creencias
En relación a mitos o falsas creencias sobre esta enfermedad,
López Martínez apunta a cuatro aspectos sobre los que se hace necesario una
mayor conciencia social:
Es una moda: absolutamente falso, no es una tendencia
social ni una moda, es cierto que ahora existe un mayor número de personas que
la sufren y que se diagnostica más. "Es el precio que pagamos por el tipo
de vida que llevamos", apunta el psiquiatra. Es común entre las personas
débiles: no es un signo de debilidad en ningún caso, las personas que la sufren
no son personas más débiles y pueden sufrirla todo tipo de personas:
extrovertidos, tímidos, emprendedores, reservados o conservadores sin exclusión
de ningún otro rasgo de personalidad.
Se cura sola: la depresión es una enfermedad que no
tratada puede desaparecer al cabo del tiempo pero que si no se ha tratado
vuelve a aparecer. Una depresión puede curarse o controlarse en semanas
mientras que dejada sin tratar puede permanecer meses. "Es una enfermedad
más que debe tratarse con fármacos o psicoterapia o ambos tratamientos y que
requiere del seguimiento de un profesional de la salud", afirma López
Martínez.
El paciente no pone de su parte: el paciente lo único que puede hacer es
pedir ayuda a un especialista y seguir el tratamiento indicado. Es como pedirle
a una persona que ha sufrido un ataque cardiaco que se levante y ande,
ejemplifica el psiquiatra.
Errores que cometen (a veces) los allegados
En el ámbito familiar o laboral, la depresión supone una
serie de alteraciones que a su vez repercuten en la persona enferma, según
López Martínez quienes conviven con la enfermedad deben de ser conscientes de
aquello a lo que se enfrentan:
Desconocimiento de la enfermedad: los más cercanos piensan y comunican al
enfermo que tiene que poner de su parte, salir e intentar animarse lo que
genera en la persona deprimida sentimientos de culpabilidad, incomprensión y
presión de su entorno más próximo.
Cansancio: las personas más cercanas se cansan de la
situación en la que se encuentra el paciente y en muchos casos es la pareja la
que peor parada sale de la enfermedad.
Falta de tolerancia: la actitud de las personas que rodean al
paciente cambia hacia una menor tolerancia debido sobre todo al cansancio que
genera la convivencia con la persona deprimida.
Este artículo sobre la depresión lo he encontrado especialmente interesante porque define muy bien que ámbitos se ven alterados; el pensar, el sentir y la conducta. También es bueno releer de vez en cuando la segunda mitad donde explica "Falsas creencias", porque muchas están muy extendidas.
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