ABC | Madrid | 13/01/2020
La
psicóloga Cinthia Sánchez Pacha recuerda que uno de los comportamientos más
típicos de los adolescentes es buscar libertad
La adolescencia es el momento de transición entre la niñez y
la edad adulta. «Una etapa donde el adolescente busca su propia identidad y
obtener su autonomía. Pero para conseguir eso es necesario separarse de las
figuras paternas, aunque no es fácil porque todavía no es lo suficientemente maduro». Así lo asegura la psicóloga Cinthia Sánchez Pacha,
de TopDoctors, quien explica que uno de los
comportamientos más típicos de los adolescentes es buscar libertad, «pero
cuando ven la responsabilidad que conlleva esta libertad y el mundo adulto,
miran hacia otro lado».
Por lo tanto, explica Sánchez Pacha, «existe un conflicto interno entre la dependencia que aun siente con sus padres y la necesidad de independizarse. Esta lucha interna se expresa mediante peleas y conflictos con los padres, ya que son el pilar del que quieren desprenderse y a la vez su fuente de seguridad».
¿Qué hacer con los cambios hormonales en la adolescencia?
El cambio de actitud puede llegar a ser
desconcertante para los padres y los hace sentir inseguros, ya que las
estrategias que utilizaban antes no funcionan más. Por eso es necesario
adaptarse a estos cambios y modificar las normas por límites más flexibles y
negociados con el adolescente. De esta manera, la relación entre padres e hijos
evoluciona y cambia, pero el vínculo queda siempre.
Un nivel de conflicto intergeneracional tiene un papel muy
importante en el desarrollo de los adolescentes y el funcionamiento de la
familia. En el entorno familiar los jóvenes aprenden a resolver problemas
manteniendo las relaciones y tolerando las diferencias de opinión. Por lo
tanto, la estabilidad familiar es esencial para un adolescente. El equilibrio
emocional, la templanza y la estabilidad que les falta en esta época de la vida
deben recibirlo de su familia.
¿Qué cambios se producen en los adolescentes?
La conducta de los adolescentes no solo está asociada a
cambios hormonales, sino también modificaciones a nivel neuronal. La
adolescencia es el momento perfecto para construir un cerebro mejor, ya que es
más sensible al aprendizaje. En este momento el niño mira hacia la infancia y
reflexiona. El control externo ahora pasa a ser interno, por lo que es capaz de
dirigir su atención a los procesos mentales.
En muchas ocasiones, los adolescentes se ven influenciados
por su grupo de iguales, la opinión de estos, su aceptación… por lo que lo que
dicen los padres ya no es tenido tan en cuenta, sino que ahora compiten con el
grupo de amigos.
Otra de las características es la creación de identidad
personal. Lo que nos diferencia del resto y nos hace únicos. El desarrollo de
esta identidad está muy relacionado con cómo se siente y cómo es el
adolescente. Aunque a veces parece lo contrario, el adolescente necesita ser
reconocido y aceptado por parte de su grupo de amigos y sus padres.
¿Por qué muchos se encierran en si mismos?
La adolescencia es una etapa muy reflexiva, por eso los
adolescentes pasan gran parte de su tiempo en su habitación, ensimismados y/o ausentes.
Los estudios revelan que, debido a los cambios corporales, existe un enorme
gasto de energía, por lo que una actitud pasiva refleja la necesidad de reponer
fuerzas.
¿Cómo resumiría la tarea de los padres en esta etapa de la
vida?
La adolescencia tiene cosas buenas y gratificantes, y una de
las tareas de los padres es buscarlas. Los padres deben pensar que en ellos hay
un tesoro, y buscarlo con seguridad para encontrarlo. Si no lo creen, es como
si no existiera.
Cuando la familia se encuentra en un callejón sin salida,
¿dónde puede buscar ayuda?
Un mediador externo puede ayudar en esta etapa.
Desde el Instituto de Medicina EGR contamos con profesionales especializados,
que pueden dotar de estrategias y acompañar para superar los conflictos que
puedan aparecer, así como potenciar las cualidades que el adolescente posee.
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