Silvia R. Taberné | Madrid | El Mundo | 30/01/2013
- Nuevo extranjerismo para
un término demasiado conocido en las urgencias españolas: el 'binge drinking',
a la española, el 'atracón' de alcohol más conocido como botellón, sigue siendo
la nota más negra de esa ligera
tendencia a la baja en cuanto al consumo de alcohol entre los españoles se
refiere.
- Entre las formas pasar los
botellones de fin de semana, autoridades y especialistas avisan sobre el
peligro de una 'moda' que de unos años a esta parte sigue en aumento. "Se
considera 'binge drinking' a una tendencia específica a la hora de beber. Suele
ser lo que pasa en muchas ocasiones en los botellones: se ingieren grandes
cantidades de alcohol con los que llegas a intoxicaciones etílicas agudas, pero
la idea es beber estas grandes cantidades en el menor tiempo posible",
explica Ignacio Calderón, director general de la Fundación de Ayuda contra la
Drogadicción (FAD). "Sin embargo, pese a que se trata de dos
cuestiones solapadas, no todos los consumos excesivos se producen en el
botellón (muchos se dan en discotecas, bares de copas o casas
particulares)", explica Calderón.
- ¿Y qué se entiende por
poco tiempo? "Se considera un atracón de alcohol cuando hay un consumo
mayor a seis copas en varones o cuatro en mujeres en una sesión de consumo, es
decir, en menos de tres horas. Además, se hace en momentos puntuales, como los
fines de semana y muchas veces con el objetivo es conseguir 'el punto',
que muchas veces pasa a las intoxicaciones etílicas producto de la falta de
control", explica Francisco Camarelles, del Grupo de Educación Sanitaria y
Promoción de la Salud de la Sociedad. Española de Medicina de Familia y
Comunitaria (Semfyc).
- En EEUU, uno de cada seis
adultos consume alcohol en forma de atracón, es decir, 38 millones de personas consumen
de media, unas ocho unidades de alcohol en menos de cuatro horas. En España,
por su parte, los datos de la 'Encuesta sobre alcohol y drogas en población
general de España' (EDADES) indica que el 15,2% de la población realiza esta
práctica, siendo la población entre 20 y 19 años (de ambos
sexos, aunque especialmente varones) donde más se concentra esta tendencia.
- "Esta forma de beber
es resultado de poner en práctica patrones nórdicos, aumentando los
riesgos que la bebida tiene de por sí. Además, en los últimos años se le añade
la mezcla de bebidas junto a otras drogas. Por ejemplo, aunque la crisis pueda
ayudar en estos casos a que los jóvenes, que en este país empiezan a beber a
los 13 años, no tengan dinero para gastárselo en noches de alcohol, es verdad
que se puede recurrir a bebidas baratas y drogas en desuso que hacen mucho
daño, como el caso del estramonio", comenta el director general de la FAD.
- Para los especialistas,
los principales riesgos se concentran a corto plazo en la pérdida de
control y aumento de conducta de riesgo, "efectivamente, esta práctica
se traduce en un mayor número de accidentes de tráfico, actos violentos,
embarazos no deseados, VIH y otras enfermedades de transmisión sexual, síndrome
alcohólico fetal y dependencia al alcohol", indica Camarelles.
- Resistentes a la
insulina
- A este estudio, habría que
añadirle varios estudios que vienen analizado este tipo de ingestas con otra
tantas patologías. "Desde los problemas deconcentración y memoria en los cerebros
adolescentes, a complicaciones de erección en los hombres, presión arterial
alta, la ya mencioanda diabetes tipo 2 o, en el caso de juntarlo con otras
sustancias, como el tabaco emperoramiento de la resaca, o los
problemas de unirlo a cocaína o cannabis", explican los expertos.
- Sin embargo, todavía se
está estudiando si este tipo de forma de beber puede llevar a desarrollar dependencia
al alcohol: "En principio parece que no, salvo que tengas una
predisposición a la adicción, en cuyo caso esto puede ser un detonante",
señala Ana Ferrer, jefa de la Unidad de Toxicología Clínica del Hospital
Clínico Universitario de Zaragoza, "aunque a las urgencias de los
hospitales siguen llegando y cada vez de forma más habitual", explica.
- Otras formas de
divertirse
- "Soy consciente de
que es muy difícil que los jóvenes dejen de beber totalmente, es muy utópico,
pero por lo menos que se haga de forma responsable, y ahí tenemos
que ayudar todos, también los padres", afirma. "Tenemos unos patrones
de cultura en los que lo importante es empezar a salir de noche y estar toda
ella despierto. Estamos hablando de siete u ocho horas en las que te terminas
aburriendo y bebes, y para mantenerte en pie, sigues bebiendo, y lo juntas con
más drogas si puedes, y así varios fines de semana. Parece que si uno
no se emborracha no se integra y no se divierte, y ése es el error",
explica.
- Para Calderón, "la
idea es recuperar otras formas de ocio, entender que el
alcohol es también una droga, que con ello te machacas la vida y acabar con las
clásicas imágenes de los padres medio tomándose a broma la borrachera que trae
el niño a casa al día siguiente. No son cosas de la juventud, son problemas
importantes", finaliza.
Efectvamente aparte de perjudicarles la salud, muchas veces acaban en reyertas, incluso luchando las bandas y habiendo una que otra víctima mortal. El primer remedio creo que debe comenzar en casa dándoles poco dinero, interesándose por los amigos que tienen, dónde van a divertirse y con quien. No se les puede encerrar en una jaula, pero sí fomentar otras aficiones más sanas como el deporte, ir al cine o simplemente a charlar en un bar. Es una batalla que no podemos dar por perdida, porqué lleva al alcoholismo a muchas personas jóvenes.
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