VALERIA SABATER | La Mente es Maravillosa | 06/08/2023
La salud mental debe ser siempre nuestra prioridad no solo en
momentos difíciles. Te contamos más al respecto a continuación.
Proteger nuestra salud
mental es algo que debemos hacer siempre y no solo cuando nos sentimos
agobiados. Ahora bien, aunque sabemos esto, muchas veces hacemos todo lo
contrario, es decir, buscamos cuidarnos cuando estamos pasando por una situación
difícil.
¿Cómo
podemos proteger nuestra salud mental?
Cuando no nos preocupamos
por proteger nuestra salud mental en el día a día, sino de manera ocasional (o
peor, nunca), las consecuencias de una situación difícil pueden prolongarse en
el tiempo y dejar una impronta dolorosa, difícil de gestionar.
Poco a poco, conforme se alarga la situación (y con ella, el malestar), la mente puede empezar a preguntarse qué sentido tiene esto y qué sentido tenemos nosotros.
Resulta interesante saber que el doctor Irvin David Yalom, catedrático de psiquiatría en la Universidad Stanford y psicoterapeuta explica en su libro Psicología Existencial que, de una manera colectiva, el ser humano teme básicamente a cuatro cosas: a perder el control sobre su realidad, a estar solo, a la duda (sobre sí mismo y sus propósitos) y a la muerte.
Dominar el miedo para que no paralice, primera
prioridad
Se trata solo de
racionalizarlo, de impedir que se vuelva catastrófico y nos aboque a
comportamientos de pánico.
¿Cómo se maneja el miedo?
·
Controlando la información que vemos y leemos. Evitemos estar
24 horas al día recibiendo imágenes y datos. Hay que tener en cuenta que la
idea es estar al día, conocer lo que indican las fuentes confiables y
seguidamente, continuar con nuestra vida, no ahogarnos.
·
Usando con moderación las redes sociales. Silenciar las
notificaciones durante unas horas es saludable para evitar la infoxicación
(exceso de información que alimenta el miedo y el pánico).
·
Poniéndole un límite al miedo. Sentir miedo
es normal y hasta necesario (pero siempre dentro de un límite razonable). El
miedo es útil hasta cierto punto porque nos anima a generar ciertos
comportamientos para protegernos de las adversidades. Sin embargo, el exceso de
miedo no es saludable, pues impide hacer vida normal.
·
Compartiendo las emociones e inquietudes con los seres
queridos puede ser de gran ayuda a la hora de aliviar la
tensión emocional y restarle importancia a los temores más irracionales que
podamos tener rondando en la cabeza. Por ello, debemos animarnos a compartir
aquello que nos inquieta con alguien más y, por supuesto, escuchar con respeto
a quienes se animen a compartir sus inquietudes con nosotros.
Cuidar el cuerpo para calmar la mente
El cuerpo es un sensor del miedo, un mapa en el que se somatizan las emociones, un envoltorio en el que toda preocupación se transforma en dolor, tensión y agotamiento. Por lo tanto, para proteger nuestra salud mental ante la adversidad debemos atender también nuestro cuerpo y proporcionarle equilibrio, para así no restarle salud ni bienestar.
¿Cómo podemos cuidar el cuerpo y calmar la
mente?
Una de las primeras cosas
que descuidamos en situaciones de estrés y ansiedad es nuestro autocuidado.
Para evitarlo, hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones.
·
Mantener una alimentación variada y equilibrada.
·
Mantener una buena hidratación y darle prioridad al
consumo de agua por encima de cualquier otra bebida.
·
Hacer ejercicio a diario (en casa o al aire libre)
·
Los
ejercicios como la relajación progresiva de Jacobson son excelentes.
·
Meditar, hacer yoga, dibujar, escribir, colorear
mandalas o realizar cualquier actividad recreativa que permita liberar la
mente.
La nutrición emocional, como clave para proteger
nuestra salud mental
Hay una herramienta que siempre ayuda, que
siempre nos fortalece: no es otra que la nutrición emocional. ¿En qué consiste esta
área?
Como trabajar la nutrición emocional
Para proteger nuestra
salud mental necesitamos el apoyo de los nuestros. Debemos ser agentes activos
entre nosotros favoreciendo una serie de conductas y actitudes:
·
Ofrezcamos esperanza, apoyo y positividad a quien siente miedo o
piensa de manera negativa.
·
Es momento de estar presente, aún en la distancia.
Llamemos, enviemos mensajes, preocupémonos de manera activa por las personas de
nuestro entorno, las que queremos, las que son solo conocidos, los que son
vecinos… Creemos redes de apoyo entre nosotros.
·
Seamos cercanos los unos con los otros para convivir
mejor. Demos lo mejor de nosotros mismos.
La salud mental es algo que debemos cuidar siempre. Por ello, atendamos
nuestras necesidades cada día y no solo cuando nos sintamos más agobiados o inquietos. No dudemos tampoco en pedir
ayuda experta si consideramos si así lo necesitamos.
Protejámonos, cuidémonos
y seamos capaces de crear un escenario de afecto y calma, por y para nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario