El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Con
motivo de la celebración de este día, la Federación Mundial de la Salud
Mental (World Federation for
Mental Health – WFMH) ha elegido como tema para su reflexión la dignidad en la salud mental,
ya que los adultos con trastornos mentales constituyen uno de los
grupos más socialmente excluídos, y el respeto y la autoestima son
centrales para el mantenimiento de la salud mental y el bienestar.
Con este fin ha dado a conocer el informe Dignity in mental health (La dignidad en la salud mental), donde
aborda la dignidad, como parte esencial de los derechos humanos
fundamentales, desde diferentes perspectivas en la atención a las personas
con problemas de salud mental.
Tal y como advierte la WFMH, en todo el mundo, muchas personas con
trastornos mentales y psicosociales son privados de sus derechos
humanos fundamentales, siendo objeto no sólo de discriminación sino
también de maltrato emocional, físico y sexual tanto en los propios
dispositivos de salud mental y como por parte del resto de la
comunidad. Asimismo, la falta de calidad en la atención debido a la
ausencia de profesionales de salud mental cualificados o la carencia de
recursos materiales de los centros influye de manera determinante en la
dignidad de la atención que recibe este colectivo.
Con la finalidad de lograr que la dignidad sea una realidad en
salud mental, uno de los capítulos de dicho informe recoge lasprincipales
medidas que deben adoptar los dispositivos de salud mental
para asegurar la dignidad en el trato, entre las que se incluyen:
- Tratar a las personas
con respeto, como individuos y como seres humanos, evitando
la etiquetación de las personas debido a su diagnóstico o
a su asociación con cualquier grupo.
- Proporcionar atención y
apoyo centrado en la persona, situando al individuo,
sus necesidades, sus preferencias y aspiraciones en el centro de
la atención. El marco de la atención centrado en la persona
defiende la dignidad tanto de las personas que usan los servicios
como del personal que trabaja en ellos.
- Promover las buenas
prácticas para la protección del paciente,
centrándose en la prevención y en el establecimiento de pautas de
actuación adecuadas para eliminar el abuso.
- Adoptar un enfoque
de recuperación en salud mental, en particular, ayudando
a las personas a mantener su identidad personal y su autoestima,
aspectos que están a la vez estrechamente relacionadas con el concepto
de dignidad.
- Promover una buena
comunicación, lo que demuestra respeto y preserva la dignidad
de las personas. Una buena comunicación implica facilitar esta
comunicación tanto en los profesionales como en los clientes de
los servicios. Los profesionales deben estar entrenados en las
actitudes y las habilidades necesarias para una buena
comunicación, pero los usuarios de los servicios pueden necesitar
también apoyo en la comunicación, en particular si carecen de
capacidad.
- Hacer frente a la
discriminación en salud mental,
a través de iniciativas comunitarias individuales y locales,
programas nacionales y medidas políticas y legislativas.
- Involucrar a los
usuarios pertenecientes a
grupos étnicos y minorías en los servicios, tomando medidas
activas para implicar a estos grupos y asegurando que sus puntos
de vista están reflejados en el plan de atención.
- Adoptar un enfoque
centrado en los derechos humanos en la atención de la salud
mental, garantizando que los derechos humanos de las personas
están protegidos en momentos en que su capacidad, su autonomía, su
elección y su control pueden verse comprometidos en virtud de la
legislación en salud mental. Cuando alguien ha sido privado de su
libertad por vía legal, se les debe ofrecer apoyo para hacer
frente a cualquier sintomatología postraumática asociada a dicho
episodio.
- Preservar la autonomía,
la elección, el control y la independencia, brindando atención
centrada en la persona y permitiendo que los pacientes puedan
exponer sus necesidades y preferencias, anticipándose a la
pérdida de capacidad que pueda implicar la evolución de
la sintomatología. Entre los métodos que se pueden llevar a cabo
se encuentra la declaración anticipada de intereses y preferencias
del paciente, la actuación en situaciones de crisis y el
mantenimiento de los recuerdos de la historia de vida para las
personas con demencia.
- Mejorar la calidad de
la atención en pacientes hospitalizados,
proporcionando atención centrada en el paciente que sea
individualizada, comprehensiva y continua, que incluya un abanico
de recursos terapéuticos, y promueva una atmósfera de seguridad y
confianza.
- Promover una ética
organizacional positiva, cuya cima sea el fomento de un
espíritu de respeto y dignidad, que incluya la adopción de una
aproximación de atención centrada en la persona y la tolerancia
cero al abuso.
- Proporcionar capacitación,
supervisión clínica y apoyo, adoptando medidas que permitan al
personal tomar conciencia de sus propias actitudes y sentirse
apoyados en sus papeles. Esta medida les animará a tratar a los
demás con respeto.
- Tomar medidas en
relación con los recursos físicos que puedan
suponer un riesgo para un trato digno, por ejemplo, proporcionando
habitaciones separadas según el sexo, asegurando la privacidad en
la atención personal y el uso de los baños, garantizando la
limpieza de las instalaciones, ofreciendo espacios cómodos y
adecuados, así como ratios de dotación de personal acordes a la
demanda del centro.
El informe está disponible en el siguiente enlace:
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Las principales medidas que deben adoptar los dispositivos de salud mental, para dignificar el trato, las enmarcaría y colgaría en algunos Centros Psiquiátricos que no están a la altura de lo que necesitamos los enfermos. Ese ha sido el motivo de poner el artículo en el blog, a parte de darlo a conocer a los lectores.
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