PSIQUIATRÍA | Fármacos
sin evidencia científica
La paroxetina no es segura en menores
como defendía GSK
Un estudio 'apadrinado' por el
laboratorio ha sido ahora revisado
Los psiquiatras defienden la terapia
como primera opción para estos jóvenes
Estudios
como el que hoy se publica en la revista British Medical Journal no ayudan precisamente a que
la industria farmacéutica proyecte una buena imagen ante la sociedad. Un grupo
de científicos independientes ha reanalizado los datos de un ensayo sobre dos
antidepresivos en adolescentes y concluye que no son ni tan seguros ni tan
eficaces como el laboratorio GSK quiso hacer creer durante años.
En
2001, un trabajo en la revista JAACAP concluyó que los
antidepresivos paroxetina e imipramina eran más eficaces que el placebo para el
tratamiento de la depresión adolescente. Aunque la propia agencia
estadounidense del medicamento (FDA) prohibió el uso de paroxetina en menores
de 18 años, millones de adolescentes americanos ya habían recibido paroxetina
durante ese tiempo.
Un
grupo de autores del BMJ, dedicados a rescatar del olvido estudios
antiguos que deberían ser revisados, ha reanalizado aquel ensayo de 2001 con
275 adolescentes gracias a documentos confidenciales y ha lanzado la voz de alarma.
Ambos medicamentos (paroxetina e imipramina) no sólo no son eficaces en el
tratamiento de adolescentes con depresión, sino que su uso en esta población
aumenta el riesgo de ideas suicidas o problemas cardiacos.
Ya
en 2012 el laboratorio británico Glaxo Smith Kline pagó una multimillonaria
multa en EEUU (3.000 millones de dólares) por la promoción fraudulenta de
paroxetina, alegando beneficios del fármaco no demostrados. Sin embargo, ni
siquiera con toda esta documentación sobre la mesa, la revista científica en la
que aparecieron los datos falsos ha admitido retractarse o retirar el artículo.
Como
denuncia uno de los editores de la revista en un comentario, Peter Doshi, el
ensayo de 2001 apareció nada menos que bajo la firma de 22 autores, aunque la
persona realmente encargada de redactar los resultados fue Martin Keller, un
psiquiatra investigado en los años 90 por sus vínculos no declarados con la
industria.
En
un comunicado remitido por GSK a este periódico, la compañía defiende que ha
proporcionado acceso a los datos "dentro de su compromiso de
transparencia" que, entre otras cosas, "incluye la publicación de
los datos de todos los estudios, independientemente de que sus resultados sean
positivos o negativos".
Como
explica a EL MUNDO el doctor Celso Arango, jefe de Psiquiatría del
Niño y el Adolescente en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, "lo que
viene a señalar esta investigación es la precariedad y las limitaciones de los
estudios que pretenden demostrar la eficacia de la paroxetina. No son de buena
calidad. Se trata de una población [la pediátrica] pequeña, que económicamente
no es tan rentable y, por lo tanto, no se pone suficiente interés en los
ensayos. Al no haber retorno económico, la robustez y la calidad en la
metodología es menor".
Hoy
por hoy, como aclara Arango, la paroxetina sólo está aprobada -tanto en Europa
como en EEUU- para mayores de 18 años. En niños y adolescentes con depresión de
moderada a severa, como destaca por su parte el doctor Fernando González
Serrano, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del
Niño y el Adolescente (SEPYPNA), en la mayoría de los casos se intenta
primero el tratamiento con psicoterapia, y sólo si ésta no funciona se
recurre a la terapia farmacológica con fluoxetina (otro antidepresivo sí
indicado en menores "sin efectos secundarios relevantes", aclara
Arango).
Como
explica el doctor González, la depresión adolescente suele tener un componente
muy situacional y en muchos casos las sesiones de psicoterapia en grupo
funcionan muy bien. "Es conveniente darnos un tiempo y ver su evolución
porque si no existe el riesgo de medicalizar innecesariamente y recurrir
rápidamente a los fármacos".
Como
explica el doctor González, en cualquier caso, "en general en Europa y en
España, la utilización de los tratamientos farmacológicos es más prudente que
en EEUU". Una idea que comparte el doctor Arango, que recuerda que en
población adolescente, "reservamos los antidepresivos sólo para
los casos moderados y graves, no para los leves".
En
cuanto a la imipramina, "es un antidepresivo tricíclico que lleva más de
60 años en el mercado. Así como está indicado por ser eficaz para los menores
con tratamiento obsesivo compulsivo, no lo está para la depresión de los
adolescentes", concluye Arango.
No hay comentarios:
Publicar un comentario