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| La Vanguardia |
29/10/2017
Esta
patología se caracteriza por un patrón de inestabilidad en el estado de ánimo y
en las relaciones interpersonales, con ira inapropiada y muy intensa,
autolesiones y conductas impulsivas, incluidos frecuentes intentos de suicidio,
informó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
México.- El trastorno límite de la
personalidad o borderline, que padece dos por ciento de la población mundial,
se presenta en más proporción en mujeres, con casi 75 por ciento de los casos.
Esta patología se caracteriza por un
patrón de inestabilidad en el estado de ánimo y en las relaciones
interpersonales, con ira inapropiada y muy intensa, autolesiones y conductas
impulsivas, incluidos frecuentes intentos de suicidio, informó la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).
En un comunicado, destacó que
quienes lo padecen se les llega a considerar individuos de más riesgo o
peligro, porque tienden a la agresividad y a veces a la violencia física, pues
son irritables, reactivos emocionalmente, impulsivos, irascibles y explosivos.
Dadas estas circunstancias, Ingrid
Vargas Huicochea, académica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de
la Facultad de Medicina, dijo que el trato es complicado y por lo general
quienes están a su alrededor tienden a alejarse.
Comentó que al igual como sucede con
los trastornos de la personalidad éste se diagnostica con certeza hasta la edad
adulta, cuando las características propias de la forma de ser de los sujetos se
han consolidado, pero puede haber indicios desde la adolescencia.
La psiquiatra comentó que en
el trastorno límite de la personalidad los cambios en el estado de ánimo
son reactivos, es decir, responden a algún problema o situación ambiental.
En general, se relacionan con
problemas con la pareja, los padres, la familia o con alguna noticia
impactante, expuso.
Este trastorno tiene un dato clínico
que se presenta invariablemente, y es la sensación crónica de vacío.
“Usualmente los afectados indican
que viven con un vacío que no pueden llenar con nada ni con nadie. Ésa es una
de las manifestaciones principales de la personalidad límite”, destacó.
La especialista indicó que el
diagnóstico es sólo clínico, a través de un interrogatorio a los pacientes y a
las personas cercanas, y de la observación de ciertas características que
puedan orientar sobre los cambios de personalidad.
Para su tratamiento no existe
fármaco específico, la base es una psicoterapia formal y sistematizada,
realizada por profesionales con experiencia en el manejo de personas
borderline.
“Se llegan a usar medicamentos para
controlar algunos síntomas, pero no están diseñados para tratar la esencia del
problema, para eso no hay más que la psicoterapia a largo plazo”, agregó.
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