lunes, 12 de abril de 2021

Alcohol ( II )

 

Gerald F. O’Malley, DO, Grand Strand Regional Medical Center 

Rika O’Malley, MD, Albert Einstein Medical Center  | Junio 2020

Síntomas de abstinencia

Si la persona que bebe de manera continua durante un periodo de tiempo interrumpe bruscamente el consumo, es probable que aparezcan síntomas de abstinencia. Por ejemplo, la abstinencia puede manifestarse durante la hospitalización (por ejemplo, en cirugías programadas), dado que los bebedores no pueden obtener alcohol.

Los síntomas de abstinencia varían de leves a graves. La abstinencia grave del alcohol no tratada puede resultar mortal.

El síndrome de abstinencia entre leve y moderado comienza por lo general dentro de las 6 horas posteriores a dejar de beber. Los síntomas leves son temblor, dolor de cabeza, debilidad, sudoración y náuseas. Algunos sufren convulsiones (llamadas epilepsia alcohólica o convulsiones relacionadas con el alcohol). 

La alucinosis relacionada con el alcohol puede aparecer en los bebedores de alto consumo que dejan la bebida. Oyen voces que parecen acusadoras y amenazantes, lo que les causa aprensión y terror. La alucinosis relacionada con el alcohol puede durar días, y se puede controlar con fármacos antipsicóticos, como la clorpromazina o la tioridazina. 

El delirium tremens (DT) es el conjunto de síntomas de abstinencia más grave. Habitualmente, el delirium tremens no comienza de manera inmediata; más bien se manifiesta cerca de las 48-72 horas posteriores a la interrupción del consumo de alcohol. Al principio, la persona está ansiosa. Después, está cada vez más confusa, no duerme bien, tiene pesadillas aterradoras, sudoración excesiva y depresión. La frecuencia del pulso se acelera, la presión arterial aumenta y suele aparecer fiebre. El episodio puede ir en aumento hasta incluir alucinaciones efímeras, ilusiones que originan miedo y agitación, y desorientación con alucinaciones visuales que pueden llegar a ser terroríficas. Los objetos visualizados en la penumbra pueden parecer particularmente aterradores, y aparece una confusión extrema. Su sentido del equilibrio se encuentra afectado, en ocasiones haciéndole pensar que el suelo se mueve, que las paredes se caen o que la habitación está rotando. A medida que progresa el delirio, aparece un temblor persistente en las manos, que a veces se extiende a la cabeza y el resto del cuerpo. La mayoría de las personas sufren una grave falta de coordinación. El delirium tremens puede ser mortal, particularmente si no se trata.

Diagnóstico

·        Autoinforme de intoxicación alcohólica

·        Análisis de sangre

·        Cuestionarios de detección

La intoxicación aguda por alcohol por lo general es evidente en función de lo que la persona o sus amigos le cuentan al médico y de los resultados de la exploración física. Si no está claro por qué la persona actúa de manera anómala, el médico puede hacer pruebas para descartar otras posibles causas de los síntomas, como hipoglucemia o traumatismos craneales.

Las pruebas pueden incluir análisis de sangre para determinar la cantidad de alcohol y el nivel de azúcar en sangre, análisis de orina para determinadas sustancias tóxicas, y una tomografía computarizada (TC) craneal. El médico no puede dar por hecho la intoxicación solo porque el aliento huela a alcohol.

A efectos legales (por ejemplo, cuando la persona está involucrada en colisiones de vehículos o actúa de manera anómala en su ámbito laboral), se pueden medir los niveles de alcohol en sangre o bien estimarlos a través de una muestra de aire espirado.

A las personas con alcoholismo de larga duración se les puede hacer análisis de sangre para detectar deficiencias en la función hepática y poner de manifiesto el posible daño producido en otros órganos. Si los síntomas son muy graves, se puede realizar una prueba de diagnóstico por la imagen, como una TC, para descartar una lesión neurológica o una infección.

Detección del trastorno por consumo de alcohol

Algunas personas ignoran que su ingesta de alcohol puede ser un problema. Otras lo saben, pero no quieren admitir que tienen un problema con el alcohol. Por ello, los profesionales de la salud no esperan a que las personas les pidan ayuda. Pueden sospechar trastorno asociado al consumo de alcohol en aquellas personas cuyo comportamiento cambia de manera inexplicable o se vuelve autodestructivo. También pueden sospecharlo cuando ciertos problemas médicos, como la hipertensión o la inflamación de la mucosa gástrica (gastritis) no responden al tratamiento habitual.

Algunos médicos investigan y preguntan periódicamente a sus pacientes acerca del consumo de alcohol para detectar posibles problemas relacionados con el mismo. Las preguntas pueden incluir:

·        Como media, ¿cuántos días por semana bebe usted alcohol?

·        Cuando bebe usted en un día cualquiera, ¿cuántas bebidas alcohólicas toma?

·        ¿Cuál es el número máximo de bebidas consumidas por usted en alguna ocasión durante el mes pasado?

Si el médico sospecha un trastorno por consumo de alcohol, puede hacer preguntas más específicas sobre las consecuencias del consumo de alcohol, como las siguientes:

·        ¿Ha sentido usted alguna vez que debe disminuir su consumo de bebidas alcohólicas?

·        ¿Le molesta que critiquen que está bebiendo?

·        ¿En algún momento se ha sentido culpable por beber?

·        ¿Alguna vez se ha tomado una copa al despertar (la primera bebida por la mañana) para estabilizar sus nervios o para deshacerse de una resaca?

Dos o más respuestas afirmativas a estas preguntas indican un diagnóstico probable de trastorno de alcoholismo.

Tratamiento

El tratamiento puede tener sentido en las situaciones siguientes:

·        Personas que son llevadas a la consulta porque sufren síntomas relacionados con las concentraciones de alcohol en sangre.

·        Personas que acuden porque padecen síntomas de abstinencia intolerables. No obstante, las personas que desarrollan síntomas de abstinencia alcohólica generalmente se tratan a sí mismos bebiendo.

·        Personas que acuden porque no desean continuar bebiendo.

Tratamiento de urgencia

Se requiere tratamiento de emergencia cuando aparecen síntomas graves debidos al consumo de cantidades muy elevadas de alcohol o síntomas entre moderados y graves relacionados con la abstinencia de alcohol.

No existe un antídoto específico para la intoxicación aguda:

·        El café y otros remedios caseros no revierten los efectos del alcohol.

·        Si la persona está en estado de coma o su respiración se encuentra disminuida, puede requerir intubación de la vía aérea para prevenir la asfixia por vómitos u otras secreciones y para ayudarla a respirar.

·        Si es necesario, se administran líquidos por vía intravenosa para prevenir o tratar la deshidratación o la presión arterial baja.

·        A los presuntos bebedores crónicos de alcohol se les administra tiamina para prevenir la encefalopatía de Wernicke. A menudo, el médico también añade magnesio a los sueros (que ayuda al organismo a la utilización de la tiamina) y multivitaminas (para las posibles deficiencias de vitaminas).

·        No existe un antídoto específico para la intoxicación aguda por alcohol: el café, los líquidos, las vitaminas u otros remedios no ayudan a las personas a ponerse sobrias.

El médico a menudo prescribe benzodiazepinas (sedantes leves) durante unos días para tratar los síntomas de abstinencia alcohólica, ya que disminuyen la agitación y ayudan a evitar algunos síntomas de abstinencia, las convulsiones y el delirium tremens. Dado que se puede desarrollar dependencia a las benzodiazepinas, estos medicamentos se utilizan solo durante un periodo corto de tiempo. En ocasiones se administran medicamentos antipsicóticos a las personas con alucinosis relacionada con el alcohol. 

El delirium tremens puede poner en peligro la vida, y se trata enérgicamente para controlar la fiebre alta y la agitación intensa. Si es posible, se trata en una unidad de cuidados intensivos. El tratamiento suele consistir en lo siguiente:

·        Dosis altas de benzodiazepinas y barbitúricos administradas por vía intravenosa

·        Dosis altas de vitaminas (sobre todo de tiamina)

·        Sueros por vía intravenosa

·        Medidas de enfriamiento externo, como una manta de enfriamiento

·        Medicamentos para controlar la frecuencia cardíaca y la presión arterial

·        Tratamiento de las complicaciones (como pancreatitis, neumonía y convulsiones)

Con este tratamiento, el delirium tremens generalmente comienza a resolverse entre las 12 y las 24 horas desde su comienzo, pero los casos graves pueden durar de 5 a 7 días. La mayor parte de las personas no recuerdan lo sucedido durante la abstinencia grave una vez esta se ha resuelto.

Tras haber resuelto todos los problemas médicos urgentes, el tratamiento ulterior depende de la gravedad del consumo de alcohol y de las demás afecciones médicas y psiquiátricas del paciente. Si no se ha desarrollado dependencia al alcohol, el médico puede hablar de las consecuencias graves del alcoholismo, recomendando modos de reducir o interrumpir su consumo, y programando citas de seguimiento para ver cómo va evolucionando.

A las personas con un consumo más intenso de alcohol, especialmente aquellas que tienen afecciones médicas y psiquiátricas coexistentes, se les puede recomendar un programa de desintoxicación y rehabilitación.

Desintoxicación y rehabilitación

En la primera fase, se retira completamente el alcohol, y se trata cualquier síntoma de abstinencia. A continuación, las personas con trastorno por consumo de alcohol tienen que aprender la manera de modificar su conducta. Sin ayuda, la mayoría de los bebedores problemáticos recaen en pocos días o semanas. los programas de rehabilitación, que combinan psicoterapia con supervisión médica, pueden resultar útiles. Se advierte de la dificultad que supone la interrupción del consumo y también se enseñan alternativas para aumentar la motivación para dejar de beber y evitar las situaciones que puedan desencadenar el consumo. El tratamiento se adapta a cada individuo. Estos programas también incluyen el apoyo de la familia y de los amigos. Los grupos de autoayuda, como el de Alcohólicos Anónimos, también pueden ayudar. 

En ocasiones, determinados medicamentos (disulfiram, naltrexona, acamprosato y clonidina) pueden ayudar a las personas con trastorno por consumo de alcohol a evitar el consumo de alcohol. No obstante, los medicamentos por lo general solo ayudan a las personas motivadas y que cooperan, y los fármacos se utilizan como parte de un régimen de asesoramiento psicoterapéutico intensivo y permanente. Los resultados son variables.

El disulfiram disuade de consumir alcohol porque interfiere con el metabolismo del alcohol, haciendo que se produzca acetaldehído (una sustancia que resulta de la degradación del alcohol) en la sangre. El acetaldehído hace que la persona se sienta enferma. Cuando han tanscurrido entre 5 y 15 minutos desde que la persona que ha tomado disulfiram bebe alcohol, la acumulación de acetaldehído causa

·        Enrojecimiento facial

·        Dolor de cabeza (cefalea) palpitante

·        Aumento de la frecuencia cardíaca

·        Respiración rápida

·        Sudoración

Pueden aparecer náuseas y vómitos entre 30 y 60 minutos más tarde. Estas reacciones incómodas y potencialmente peligrosas duran entre 1 y 3 horas.

El malestar que se produce al consumir alcohol después de tomar disulfiram es tan intenso que pocas personas se arriesgan a tomar ni siquiera la pequeña cantidad que llevan algunos preparados de venta sin receta médica contra la tos y el catarro o algunos alimentos.

El disulfiram debe tomarse todos los días a fin de que sea eficaz para dejar de beber.

Las personas siguientes no deberían tomar disulfiram:

·        Mujeres embarazadas

·        Las personas que tienen una enfermedad grave como insuficiencia cardíaca

·        Personas de edad avanzada

La naltrexona altera los efectos del alcohol sobre ciertos productos químicos sintetizados por el cerebro (endorfinas) que pueden estar asociados con el ansia de alcohol y su consumo. Este fármaco es efectivo en la mayoría de los que lo consumen de manera continuada. Se puede administrar en una inyección mensual, de acción prolongada. La naltrexona, a diferencia del disulfiram, no hace que la gente se sienta enferma. Por lo tanto, una persona que toma naltrexona puede continuar bebiendo. Las personas que tienen hepatitis o determinadas enfermedades del hígado no deben tomar naltrexona. 

La clonidina es un fármaco que tiene efecto sobre ciertas partes del cerebro y que se indica normalmente para tratar la presión arterial elevada, pero puede contribuir a aliviar algunos de los efectos de la abstinencia de alcohol.

Alcohólicos Anónimos: un camino hacia la recuperación

No existe ningún planteamiento que haya sido tan beneficioso para tantas personas con trastorno por consumo de alcohol como Alcohólicos Anónimos (AA). AA es una asociación internacional de personas que desean dejar de consumir alcohol. No hay que pagar derechos ni cuotas. El programa funciona de acuerdo con «los doce pasos», que ofrecen al bebedor problemático un nuevo modo de vivir sin alcohol. Los miembros de la asociación suelen trabajar con un padrino (un miembro asociado que está absteniéndose del alcohol) que sirve de guía y de apoyo. AA opera dentro de un contexto espiritual, pero no tiene afiliación con ninguna ideología o doctrina religiosa. Sin embargo, para quienes desean un enfoque más secular existen organizaciones alternativas que también persiguen la recuperación de la sobriedad.

AA también ayuda a sus miembros en otros sentidos. Les procura un lugar donde la persona en recuperación puede entablar relaciones sociales lejos del bar, con amigos no bebedores, quienes siempre están disponibles para prestar apoyo cuando vuelve a surgir la necesidad imperiosa de beber. En las reuniones, las personas con trastorno por consumo de alcohol oyen las confesiones que hacen otras personas a todo el grupo con respecto a cómo están luchando día a día para evitar tomar una copa. Al suministrar medios para ayudar a los demás, AA permite que la persona genere una autoconfianza y autoestima que antes solo encontraba bebiendo alcohol. La mayor parte de las zonas metropolitanas tienen muchas reuniones de AA disponibles día y noche, 7 días a la semana. Se anima a las personas con trastorno por consumo de alcohol a probar en varias reuniones diferentes para que asista a aquellas en las que se sienta más cómodo.

1 comentario:

  1. Hola a todos. Habréis visto que he publicado 2 artículos seguidos sobre "el alcohol", escritos por los mismos autores. En realidad era uno solo y mi intención era acortarlo, pero lo encontré tan interesante que decidí ponerlo completo. Saludos

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