sábado, 3 de abril de 2021

¿Es malo ser introvertido?

   

SARA GONZÁLEZ JUÁREZ     |    La Mente es Maravillosa   |  20/03/2021

Los medios y la sociedad muestran siempre la extraversión como lo ideal y deseable, pero ¿es malo ser introvertido? Aquí te lo contamos.


Especialmente en la juventud, ser el más sociable y abierto son inclinaciones valoradas como positivas. Pero, ¿qué tiene de malo ser introvertido más allá de esta visión o deseabilidad social?

En este artículo descubrirás qué es una persona introvertida, qué necesita y cómo funciona su mente. Así, si eres una persona introvertida o quieres comprender mejor a quienes presentan este rasgo, en este artículo formularemos y responderemos a preguntas que te ayudarán en este sentido.

 

¿Qué es la introversión? 

La introversión no solo es un estilo de interacción: es también una forma de procesar los estímulos, de organizar el tiempo y manejar las relaciones personales. Aunque muchas veces se lo asocia con ello, no se trata de timidez, fobia social o antipatía.

 

La mayoría de autores establecen la dicotomía extravertido-introvertido como polos opuestos, tales como Carl Jung o Hans Eysenck. Este último, además, relaciona estas tendencias con la cantidad de actividad cerebral en el córtex:

 

·        Las personas extravertidas tienen menor excitación cortical, por lo que buscan activarlo con estímulos externos tales como las reuniones sociales.


·        Los introvertidos, por el contrario, presentan más actividad cerebral en la zona cortical, de manera que la excitación externa puede llevarles a saturarse y buscar la soledad.


Es por esto que las personas introvertidas tienden a ser más silenciosos, a alejarse de las grandes reuniones sociales y pueden llegar a sentirse incómodos con los extraños. Además, suelen tener grupos reducidos de amigos que consideran cercanos y especiales, pues no se abren a cualquiera.



¿Es malo ser introvertido?

 

Aquí tienes la respuesta por adelantado: no, no es malo ser introvertido. La visión negativa que se tiene sobre este estilo de interacción suele venir de la presión social, que a su vez proviene del bombardeo de información que presenta la extrema sociabilidad como la clave para la felicidad. Aquí tienes la respuesta por adelantado: no, no es malo ser introvertido. La visión negativa que se tiene sobre este estilo de interacción suele venir de la presión social, que a su vez proviene del bombardeo de información que presenta la extrema sociabilidad como la clave para la felicidad.

 

También existe una cierta condena social hacia la soledad elegida. Al no necesitar tanta estimulación del medio, los introvertidos disfrutan y buscan la soledad cuando les abruma el ambiente. Esto no es necesariamente malo, pues no se trata de aislamiento social, sino de una preferencia por las actividades privadas. Un extravertido puede no ser selectivo con la estimulación que le llega del medio, pero el introvertido necesita encontrar un equilibrio entre la socialización y la desconexión.

 

Sin embargo, como se decía más arriba, un introvertido se relaciona con los demás en igual medida que un extravertido, pero de distinta manera: puede ir a una fiesta y pasárselo bien, pero no le gustará ser el centro de atención. Tiene amigos, pero menor número que un extravertido y, además, más apegados.

 

Ventajas de ser introvertido 

Para terminar de convencerte de que ser introvertido es tan válido y enriquecedor como lo contrario, aquí tienes algunas de las ventajas de este estilo de socialización:

 

·        Al llegar a la edad adulta, las personas introvertidas son más apreciadas como pareja estable, ya que muestran una apariencia reflexiva y calmada.

·        Las pocas personas con las que los introvertidos se abren y consideran su círculo cercano reciben más atención y compromiso: al ser selectivo se dispone de más tiempo para dedicar a los seres queridos.

·        La tendencia a la reflexión les ayuda a ser más comprensivos, lo que les hace líderes más exitosos.


·        Con la privacidad y aislamiento adecuados, los introvertidos tienen más facilidad para la creatividad y la innovación.

 

Susan Cain, la conocida divulgadora dedicada a estudiar la introversión, señala que muchas de las grandes mentes conocidas en la humanidad son personas introvertidas: Albert Einstein, Mahatma Gandhi o J.K. Rowling son algunas de ellas. La gran mayoría de las veces, analiza Cain, su éxito se debe a su capacidad de concentración y análisis de las tareas que les atañen.

 

Entonces, ¿es mejor ser introvertido?

 

Nada más lejos de la realidad. Sobre los extravertidos también se cuelgan etiquetas negativas, como ser amigos de todos y de nadie, o la de no ser capaces de convencerse. El problema real es, la mayoría de las veces, que la sociedad y los medios colocan algunos rasgos de personalidad como más deseables que otros.

De hecho, extravertidos e introvertidos pueden llegar a ser muy compatibles a la hora de aportar sociabilidad y reflexión a la relación, respectivamente. Antes que señalar un estilo como superior al otro, el consejo final de este artículo es el siguiente: la empatía es fundamental cuando se trata de sociabilizar. Pongamos el respeto por delante y disfrutemos de lo que nos aporta la diversidad.

 

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