CRISTINA RODA RIVERA | La Mente es Maravillosa | 11/01/2023
Hay situaciones que ponen
a prueba lo mejor y lo peor de cada persona. Lejos de juzgarlas por ello, se
pueden utilizar para llegar a conocerlas a fondo.
Muchos de nosotros tenemos amigos de toda la vida, algunos nos siguen
sorprendiendo para bien y en otras ocasiones nos defraudan. También vamos
conociendo gente nueva que nos resultan encantadores y a los que queremos
seguir conociendo y compartir cosas con ellos porque su compañía es agradable.
Por ello, hay determinadas situaciones en las que se conoce realmente a una
persona a las que debemos prestar atención.
Pero conocer a una persona en profundidad, con toda su parte positiva y
negativa, es algo que implica más intimidad, muchas horas,
muchas situaciones distintas y compartir algo más que una cena o una noche de
fiesta.
Aún así, habiendo compartido mucho tiempo y muchas experiencias en las que
ha habido cosas buenas y malas, hay situaciones concretas en las que se conoce realmente a una persona.
Vamos a repasarlas, algunas más serias y otras más banales, pero todas ellas
nos han podido hacer ver aspectos internos de esa persona que desconocíamos.
1.
Situaciones de estrés en las que se conoce realmente a una persona
Esta frase puede simbolizar el hecho de que, cuando una persona se
encuentra con una situación estresante. Esto ocurre aunque no sea grave, así
que podremos saber muchísimas cosas de ella por la forma en la que
afronte esa situación.
Puede ponerse nervioso, agresivo, incapaz de pensar con claridad, no
buscando soluciones sino tan solo quejándose (a las personas menos indicadas) o
incluso culpabilizar a otros de lo que le ha pasado. También podemos ver
una actitud de evitación, delegando responsabilidades en otros porque considera
que no es capaz de hacerlo o que no tiene porque hacerlo.
“He aprendido que puedes decir mucho de una persona
por la manera en la que se comporta en estas tres situaciones: un día lluvioso,
con un equipaje perdido y las luces de navidad enredadas”.-Maya Angelou
Estas situaciones son de tipo menor pero la forma en la que se comporte
una persona ante los estresores menores nos va a dar una idea de cómo
puede afrontar situaciones de un mayor estrés vital por asuntos más serios. Así se conoce realmente a
una persona.
2.
Situaciones en las que te necesita y en las que ya no te necesita
No se trata de que una persona solo te hable para pedirte un favor y deje
de hablarte cuando tú ya se lo has hecho. Se trata de esas relaciones en la que
una de las partes se relaciona con otra pero, cuando ya no le interesa por varios
motivos, deja de tenerte en cuenta.
“Solamente pueden unirnos los sentimientos. El interés no ha
formado jamás amistades estables”.
-Cicerón-
Por ejemplo, una
compañera de instituto con la que hacías todos los trabajos y compartías tiempo
libre, y al acabar el instituto se muestra fría o distante. Con esa amiga con
la que salías y al empezar una relación de pareja poco o nada sabes de ella.
Saber cuando tu amigo o amiga te necesita y
cuando no, te dará una pista de cómo es esta persona realmente. A pesar de lo que
diga, observar sus actos es lo más importante.
3.
Situaciones de convivencia
La convivencia es la prueba definitiva si
quieres saber cómo se comporta en realidad una persona. La manera de
respetar tu espacio, de respetar tus cosas, de no discutir por ideas absurdas
son algunos ejemplos. Te das cuenta de si es capaz de compartir o solo de hacer
su vida en su casa, que en muchas ocasiones parece de todo menos algo
compartido.
De si es capaz de sacar tiempo para hablar un rato de las cosas que os
preocupan, de si te ayuda estando enferma, de si no se compromete en los
asuntos de facturas, reuniones o de una simple avería en vuestro hogar. Te das cuenta de si es una independencia sana, o
si es un egoísmo más que claro y evidente en todo lo que
hace.
4.
Situaciones en las que te habla de los demás
Comentar acerca de los demás es algo normal, y más cuando dos personas
comparten el mismo grupo de amigos o se desenvuelven en un ámbito común
(laboral, deportivo, social…). Pero hablar de los demás no implica faltar el respeto.
En cambio, juzgar continuamente lo que hacen, analizar si
su vida es mejor o peor que la tuya o contar cosas íntimas de esa persona,
puede darte alguna pista sobre la persona que tienes al
lado.
“Algunas personas son tan falsas que ya no son conscientes
de que piensan justamente lo contrario de lo que dicen”. – Marcel Aymé-
5.
Situaciones de apuro económico
Es difícil saber cuando un amigo es realmente
egoísta. Uno debe darse cuenta cuando una persona te hace un favor solo
porque tú les has hecho otros y sabe que quizás le recompensarás de nuevo. Pero
esa generosidad es falsa, eso no deja de ser interés.
Cuando pasamos por un apuro económico y esa
persona no tiene en cuenta nuestra situación es cuando nos damos
cuenta de qué tipo de persona hemos tenido como amigo.
Incluso puede llegar a prestarnos algo pero lo hará de mala gana, nos
preguntará continuamente cuándo se lo vamos a devolver (sin
que lo necesite en ese momento) o hablando con otros acerca de la cantidad de
cosas que ha hecho por nosotros, dejándonos en una posición bastante
desagradable.
“Cuentas claras conservan amistades”. - Refranero
6.
Situaciones relativas a tus alegrías
Un amigo debe estar para las alegrías y para
las penas. Muchas veces se dice que las
personas que no son amigas de verdad te dejan solo cuando estás pasando un mal
momento y solo se acuerdan de ti cuando sea algo divertido.
Pero puede suceder lo contrario: el amigo que parece escucharte y
acompañarte cuando todo te va mal y sin embargo te desvaloriza y te boicotea
emocionalmente cuando algo te ha ido muy bien. Si tu vida empieza a remontar y
siente envidia o una falsa alegría, no te conviene.
7.
Situaciones complicadas en las que necesitas su ayuda
Las personas vivimos
situaciones angustiosas en nuestra vida y es de vital importancia contar con un
apoyo social percibido que a nosotros nos parezca válido y cálido.
“Es en los momentos difíciles cuando la amistad pasa por una
prueba de fuego”.
Sorprendentemente, en esos momentos en los que necesitamos más la atención
y el cariño de alguien, podemos encontrar indiferencia, malas palabras o infravaloraciones de
nuestro estado de ánimo. Incluso, podemos notar una actitud
fría, en la que los problemas de la otra persona sigan estando por encima de
los nuestros, aunque nosotros estemos viviendo una situación realmente
dramática.
Por ello, rodéate de las mejores personas y sé tu también una de
ellas. Y nunca olvides, tratar a los demás como quieras
que te traten a ti. Un red fuerte de amigos es un tesoro muy valioso que hay
que saber construir, mantener y apreciar.
¿Ya has aprendido cómo se
conoce realmente a una persona?
No hay comentarios:
Publicar un comentario