PATRICIA
RAMIREZ | ABC.ES (El lunes
empiezo-Blog) | 04/12/2022
¿Sabías que, entre otras ventajas, ayudar a los demás te ayuda a ti
mismo?
Soy de las
personas que tratan de facilitar la vida a los demás y ayudar. Lo hago todo el
año. No solo yo. Son muchas personas las que ayudan a personas. La mayoría de
ellas tienen un interés profundo por facilitar la vida a los demás, por ser
serviciales, por estar presentes en la vida de quien más las necesita. Nos sale
de dentro porque genéticamente estamos configurados para formar parte de
una tribu, para
agruparnos, para ayudarnos y ser un equipo.
Por eso hemos sobrevivido.
El mes de
diciembre con la Navidad es
un mes que despierta en mucha gente valores dormidos que, durante el año, con
motivo de la prisa, el ritmo y la propia irascibilidad que genera el síndrome de la vida ocupada,
no son capaces de hacerles hueco. Para muchos la Navidad es una farsa, unos
días en los que tratamos de mostrar nuestra mejor cara, nuestro lado más
amable. Días en los que das más propina, aguinaldo, ayudas, participas en
mercadillos solidarios, compras lotería con fines benéficos y donas juguetes y
regalos para los que más los necesitan. Muchas personas se preguntan si este
lado solidario no podría estar presente todo el año, que por qué nos reservamos
solo para los días de Navidad. Y es cierto. Ojalá todos arrimáramos el hombro
los 365 días. Pero para los que por el motivo que sea no puedan hacerlo, porque
se les olvide, no caigan en ello, la Navidad es un momento maravilloso para
sacar toda la bondad que llevan dentro. Las fechas navideñas son mejor que
nada. Al igual que si te da por sacar tu lado bonito en Halloween. Lo mismo da,
lo importante es que de vez en cuando pensemos más en los demás, nos demos,
prestemos atención a los detalles y, sobre todo, a los valores.
¿Sabías que,
entre otras ventajas, ayudar a los demás te ayuda a ti mismo? Nuestros
neurotransmisores y hormonas, como por ejemplo la oxitocina, se incrementan. La
oxitocina es la hormona del amor y
de la compasión.
Sentimos bienestar al ayudar a otras personas. Y esto ocurre porque es la
manera de que afiancemos esas conductas
altruistas. Si ayudar nos dejara indiferentes, dejaríamos
de hacerlo. Y entonces, nos extinguiríamos.
Para todas
aquellas personas a las que ayudar a los demás sea un objetivo para 2023, les
explico de forma breve cuáles son los cinco motivos que favorecen la conducta altruista o prosocial. Conociendo
las bases de qué favorece ser un facilitador y ayudar, igual podremos mantener
la conducta prosocial a lo largo del año y no solo en Navidad.
1. Empatía y responsabilidad moral
La capacidad
de ponernos en el lugar del sufrimiento y dolor de otra persona dispara nuestra
actitud altruista. La responsabilidad moral se sustenta en valores morales
interiorizados. La empatía puede llegar a ser tan alta, que hay personas que se
exponen al sufrimiento de otras personas con tal de liberar a otras del suyo.
Durante la pandemia ser realizaron varios estudios sobre este
tema y se confirmó que estimular la empatía favorecía el cumplimiento de las
normas y restricciones.
2. Afabilidad
Las personas afables buscan vivir relaciones y ambientes
armoniosos, sin conflictos, amables. Son personas poco dominantes, que hacen
prevalecer el equilibrio y la amabilidad por encima de ganar batallas o tener
razón. Las personas afables suelen ser altamente empáticas y confían en los
demás. Su interés por el bienestar a su alrededor y la confianza en las
personas también las lleva a tener la costumbre de bieninterpretar.
3. Identificación y, sentimiento de pertenencia
Palabras como grupo o equipo, sentirnos identificados como parte
de un grupo, nos lleva a ser más altruistas. Cuando nos sentimos parte de algo,
eso que salvamos es “nosotros mismos”. Porque actuamos como nosotros, no como
ellos. Seguramente sea este el motivo por el que tendemos a dar más visibilidad
o ayuda a conflictos que entendemos más cercanos, con los que sentimos más
pertenencia, que conflictos que por su cultura, religión o distancia los vemos
menos cercanos a nosotros.
4. La superación de peligros
Las experiencias conjuntas nos unen, sobre todo cuando se trata
de anticipar y afrontar peligros. Se ha demostrado que la experiencia de crisis
y peligros promueve la idea de “nosotros”. Por este motivo, ante las crisis,
nos suele salir nuestro lado más altruista.
5. El sentimiento de admiración
En varios estudios se ha demostrado que el sentimiento de
admiración y asombro, por ejemplo, por fenómenos bellos e impactantes de la
naturaleza nos lleva a ser más altruistas y conservarla y cuidarla mejor. La
idea de ser una pequeña parte de un todo del que nos sentimos orgullosos y al
que admiramos, despierta la solidaridad, la ayuda y el altruismo.
Les dejo esta frase maravillosa del poeta Erich Kästner: “No hay
nada bueno al menos que se haga”. Entre todos y todas podemos hacer cosas
maravillosas si dedicamos parte de nuestro tiempo a cuidar de los demás.
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